El Gobierno australiano anunció hoy la expulsión de dos funcionarios rusos como parte de una respuesta internacional coordinada en solidaridad con Reino Unido por el ataque con un agente nervioso el 4 de marzo pasado contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia, en territorio británico.
"Juntos con Reino Unido y otros aliados y socios, Australia adopta medidas en respuesta al reciente ataque con un agente nervioso en Salisbury, Reino Unido", reza el comunicado suscrito por el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, y la ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop.
Los dos diplomáticos, cuya identidad no fue revelada, han sido identificados como agentes de la Inteligencia rusa cuyas actividades no han sido declaradas por el Kremlin. Ellos deberán abandonar Australia dentro de siete días.
El Gobierno australiano explicó que la medida se apoya en la información proporcionada por Reino Unido respecto al uso de un agente nervioso de grado militar desarrollado por los rusos en el intento de asesinato del exespía y su hija, en una zona populosa y poniendo en peligro a otros miembros de la comunidad británica y en su propio territorio.
"Este ataque no debe ser tolerado por ninguna nación soberana. Apoyamos enérgicamente los pedidos para que Rusia revele la totalidad de su programa de armas químicas de acuerdo a la legislación internacional", precisó el comunicado gubernamental. "Se trata de la primera ofensiva con armas químicas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, implicando una sustancia altamente letal en un área populosa, poniendo en peligro a innumerables miembros de la comunidad", remarcó el comunicado oficial australiano. "Este ataque es parte de una conducta temeraria y deliberada del Estado ruso que constituye una amenaza creciente a la seguridad internacional, a las reglas globales de la no proliferación contra el uso de armas químicas, los derechos de otras naciones soberanas y las reglas internacionales basadas en el orden", condenaron Turnbull y Bishop.
El Gobierno australiano recordó que ya ha impuesto desde 2014 sanciones contra Rusia por la amenaza a la integridad y soberanía de Ucrania y reiteró su pedido para que se juzgue y sancione a los responsables del derribo del avión de Malaysia Airlines, MH17, atribuido a rebeldes pro-rusos en territorio ucraniano.
También condenó las acciones risas en el ciberespacio y demandó la investigación integral del ataque con agente nervioso en territorio británico.
"Australia se mantiene comprometida en la actuación junto a sus aliados y socios para frenar las acciones rusas que amenacen a la seguridad internacional", sentenció.
La medida del Ejecutivo de Camberra ha sido apoyada por el líder de la oposición, el laborista Bill Shorten, según confirmó en una rueda de prensa.
La medida australiana se da pocas horas después de que Estados Unidos y otros países aliados de Reino Unido anunciaran la expulsión de decenas de diplomáticos rusos.
El Ministerio de Exteriores de Rusia emitió un comunicado protestando por la decisión adoptada por varios países de expulsar "indiscriminadamente" a sus diplomáticos al acusar a Reino Unido de adoptar una actitud "tendenciosa" e "hipócrita".