El Partido Laborista garantizó que ninguno de sus legisladores será atrapado por la crisis de la doble nacionalidad después de que cuatro de sus representantes ante el Parlamento cayeron a raíz de un fallo judicial.
Los laboristas Susan Lamb, Josh Wilson y Justine Keay dimitieron al Parlamento, junto a la independiente Rebekha Sharkie, después de que el Tribunal Superior, la máxima instancia judicial del país, descalificara a la senadora laborista Katy Gallagher.
Todos ellos eran ciudadanos británicos cuando se presentaron a las elecciones federales de 2016, una situación que contraviene el artículo 44 de la Constitución australiana.
“Tenemos un proceso de escrutinio muy estricto, no hay duda respecto a nuestra gente”, dijo el líder opositor, Bill Shorten, al recalcar que actuó de buena fe al confiar en la asesoría legal que recibió su partido, el Laborista.
Asimismo, los laboristas apuntan al legislador liberal sin cartera Jason Falinski, quien insiste no tiene la nacionalidad polaca.
Tras las dimisiones y la decisión del Tribunal Superior quedan vacantes cuatro escaños en la Cámara de representantes, tres de ellos laboristas, así como el de Tim Hammond, quien deja su puesto por razones familiares.
Se prevé que los comicios se celebren el mismo día, probablemente el 16 de junio como la fecha más cercana.
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