El Partido Laborista y el Partido Verde arremetieron contra las nuevas proyecciones anuales de emisiones de gases contaminantes del Gobierno de Malcolm Turnbull, que la víspera publicó su informe sobre políticas climáticas en las que vaticina que relajará los mecanismos actuales de salvaguarda que establecen límites a la contaminación.
También publicó la información sobre las proyecciones de emisiones contaminantes que apuntan que aumentará sus emisiones hasta el 2030 y después de ese año.
“Cuando se echa un vistazo a las cifras se entiende porqué (el Gobierno) las escabulle porque son horripilantes”, comentó el portavoz sobre el cambio climático de los laboristas, Mark Butler.
El político opositor se refería a la publicación de las cifras en una jornada marcada ayer por el anuncio de la recomposición del nuevo Gabinete.
También criticó la eventual relajación de las salvaguardas al considerar que el Gobierno “quiere facilitarle a los grandes contaminadores el incremento de los niveles de contaminación”.
Por su lado el portavoz en materia climática del Partido Verde, Adam Bandt, remarcó que el Gobierno quiere relajar el objetivo de reducción de emisiones “cambiando los hitos y permitiendo que la línea de base para las empresas contaminadoras se aumente para que puedan contaminar más”.
“Los datos son devastadores y la revisión de la política es una farsa”, acotó Bandt al alertar que Australia no cumplirá con el Acuerdo de París.
El Gobierno australiano reafirmó en el estudio Revisión de las Políticas contra el Cambio Climático 2017 que sus políticas contra el cambio climático son suficientes para cumplir con sus compromisos internacionales, incluido el Acuerdo de París.
El Gobierno de la coalición conservadora del primer ministro Malcolm Turnbull afirma que está encaminado a alcanzar el objetivo trazado para 2020 de reducir en un 5 por ciento las emisiones contaminantes en relación a los niveles de 2000.
Australia se comprometió en París a reducir sus emisiones entre un 26 y un 28 por ciento respecto a 2005 en 2030, un objetivo que el Gobierno asegura que cumplirá "sin comprometer el crecimiento económico y los empleos", según el documento.
El Gobierno destacó que la pieza clave de su lucha contra el cambio climático es la implementación del Fondo de Reducción de Emisiones implementado en 2014, mediante el cual da incentivos a los mayores contaminadores para que reduzcan sus emisiones de forma voluntaria.
Por otro lado, el Consejo del Clima, un organismo independiente de expertos, calificó de "vergonzosos" los esfuerzos del Gobierno australiano contra el impacto de los efectos de los gases invernadero, al conocerse otro informe sobre las emisiones.
El informe trimestral Actualización del Inventario Nacional de Australia de las Emisiones de Gases Invernadero reveló un incremento del 0,7 por ciento de la emisión de gases contaminantes entre julio de 2016 y junio de 2017.
"Australia se arriesga a consolidar su posición como rezagado mundial en la lucha contra el cambio climático. El Gobierno se sienta y permite que los niveles de contaminación aumenten más y más", dijo ayer la directora ejecutiva del Consejo del Clima, Amanda McKenzie.
La semana pasada la consultora ambiental NDEVR alertó que las emisiones australianas de gases que producen el efecto invernadero en el último año están entre las más altas registradas desde 2011 y que de continuar la trayectoria no cumplirá con el Acuerdo de París.
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