Las cifras son sorprendentes: Más de 2.000 mil millones de personas poseen teléfonos inteligentes en todo el mundo, y el usuario promedio revisa su teléfono 85 veces al día.
El acto de inspeccionar obsesivamente las aplicaciones de nuestros teléfonos inteligentes puede parecer una adicción pero para la mayoría de las personas, es un comportamiento reforzado que podría romperse sin sufrir efectos de abstinencia severos o duraderos.
Dicho esto, una pequeña proporción de personas puede ser más propensa a las adicciones conductuales con las aplicaciones de los teléfonos inteligentes, como son los juegos de azar en línea, la pornografía o las redes sociales. Desde el punto de vista clínico, uno no se hace adicto a un dispositivo, pero puede desarrollar adicciones de comportamiento con las funciones del teléfono inteligente.
¿Es en realidad una adicción?
En lugar de adicción, en el caso de los usuarios de teléfonos inteligentes se podría hablar de comportamientos obsesivos. Los usuarios constantemente revisan su teléfono, buscan oportunidades para una recompensa corta de dopamina, o una distracción del aburrimiento o tareas mundanas como por ejemplo viajar en transporte público.
No obstante, algunos investigadores todavía tienen que determinar cuál es el potencial real de desarrollar adicción a los teléfonos inteligentes para las personas que están en alto riesgo de desarrollar comportamientos adictivos. Estas personas pueden experimentar con el tiempo ciertos cambios negativos de comportamiento, como ansiedad e irritabilidad, así como una angustia extrema cuando no pueden acceder a su teléfono inteligente.
Estudios recientes realizados en Suiza han confirmado que las personas menores de 18 años corren el riesgo de desarrollar conductas obsesivas o adictivas en torno al uso de su teléfono inteligente, muy probablemente debido al control deficiente de los impulsos, algo que se relaciona con el desarrollo del lóbulo frontal. Esto sugiere que los adultos con un control deficiente de los impulsos y / o trastornos de la personalidad deficientes pueden estar en mayor riesgo de adicción a los teléfonos inteligentes.
El problema de las redes sociales
El usuario promedio en los EE. UU. emplea alrededor de cinco horas al día en actividades realizadas con teléfonos inteligentes como mensajes de texto, uso de redes sociales, buscadores de Internet, llamadas telefónicas; y la mitad del tiempo se usa en las redes sociales (incluidos los mensajes de texto).
La interacción excesiva con las redes sociales y el envío constante de mensajes de texto a amigos y familiares puede ser más preocupante que el dispositivo en el que se usan, ya que aumenta la dopamina y, por lo tanto, el placer o el alivio del estrés.
Las personas se conectan para encontrar la afirmación y la aceptación en entornos sociales. Antes del surgimiento de Facebook e Instagram, los humanos se buscaban entre sí a través de diferentes entornos para conseguir la validación social. Entonces, no es sorprendente que cuando tenemos la tecnología para ampliar nuestras conexiones sociales a comunidades más amplias, lo hagamos sin cuestionarnos.
Si siempre estás en las redes sociales, por ejemplo, pregúntate: ¿Qué obtengo al publicar y responder en línea? ¿Puedo obtener los mismos beneficios gratificantes de las relaciones sociales cara a cara?
Para algunos, el estar conectado en línea diversifica sus conexiones sociales en el mundo real, mientras que otros ni siquiera se dan cuenta de que la mayor parte de su vida la viven de manera virtual.
¿Hora de apagar el teléfono?
Muchos usuarios de teléfonos inteligentes están obsesionados o encaprichados con las aplicaciones, pero con el tiempo, se volverán menos interesados y serán más una herramienta con la que nos relacionamos cuando sea necesario, de la misma manera que la sociedad se ha ajustado al uso de la computadora.
Estos son algunos consejos basados en la evidencia para reducir el uso de tu teléfono inteligente:
- Reduce el número de aplicaciones en tu teléfono: evalúa lo que realmente necesitas y usas con más frecuencia, no solo por motivos de distracción. Cuantos menos iconos haya en la pantalla de inicio, mejor.
- Desactiva las notificaciones en el menú de configuración. Tu teléfono solo debería notificarte sobre eventos significativos y así ayudarte en cuidar de tu salud y mantener la productividad durante las horas de trabajo.
- Cuando cargues tu teléfono por la noche, no lo pongas al lado de la cama. Es tentador agarrar el teléfono nada más despertar. En su lugar, intenta despertarte pensando en el día que tienes por delante en lugar de "¿qué me he perdido en las redes sociales o de noticias mientras dormía?"
- Sé consciente de lo que haces cuando usas tu teléfono durante el día, especialmente cuando estás aburrido, intenta relajarte, hacer un ejercicio de respiración consciente para relajarte y aclarar la mente. Hay muchas técnicas basadas en la evidencia, pero aquí hay un ejemplo que toma solo tres minutos.
- Si realmente deseas reducir el tiempo de uso del teléfono inteligente, observa cómo usas las redes sociales y, si es necesario, elimina sus aplicaciones de redes sociales en el teléfono.
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