El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, visitó la planta de acero de BlueScope para discutir los costes energéticos, una problemática que será analizada nuevamente por el Consejo de Gobiernos australianos (COAG, siglas en inglés) el próximo año.
“Cuando ustedes (los ministros de Energía de COAG) se reúnan en abril, esperamos tener el Plan De Garantía Nacional de Energía terminada”, dijo Turnbull a reporteros.
Este plan, llamado NEG por sus siglas en inglés, implica que los vendedores de energía distribuyan un nivel determinado de energía lista para ser utilizada en cada estado para asegurar la confiabilidad en el servicio, al mismo tiempo que se les insta a reducir las emisiones contaminantes.
Turnbull destacó que lo más importante es reducir los precios, especialmente para los usuarios industriales.
El mandatario admitió que su Gobierno y su política es calificada muchas veces de “hostil a las renovables”, lo que a su parecer es “pura basura”.
“Por supuesto que las renovables tienen un gran futuro, pero hay que hacerlo de forma inteligente”, acotó.
Por su parte el Partido Laborista asegura que su política está respaldada por una nueva investigación de la Universidad Nacional Australiana que considera que Australia puede cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones contaminantes reemplazando los generadores energéticos impulsados con carbón por las energías renovables a un costo neto de cero.