Una mujer de 61 años con cáncer se ha convertido en la primera persona en elegir terminar con su vida acogiéndose a las leyes que regulan la muerte asistida voluntaria en Victoria.
Kerry Robertson, de Bendigo, murió en un hogar de ancianos el mes pasado después de solicitar la muerte voluntaria.
Su hija Nicole Roberston dijo a ABC Radio que antes de pasar por esta experiencia con su madre, le tenía miedo a la muerte.
“Mi madre era increíblemente valiente y la forma en que murió me dio una perspectiva completamente nueva sobre la muerte misma, pero también el derecho a tener una muerte digna. Entonces, para mí, honestamente creo que tiene que ver con la compasión y la individualidad de las personas. No se trata de agendas políticas o religiosas. Se trata del sufrimiento humano y de poder terminar con ese sufrimiento.”
La muerte asistida voluntaria en Victoria requiere dos evaluaciones médicas separadas de la persona que ha de tener una condición incurable por la que se espera que muera dentro de los seis meses.
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