El nuevo plan anunciado ayer, ahorrará al gobierno AU$2,200 millones y se basa principalmente en cambios que no tienen que pasar por el Parlamento.
Por ejemplo, las universidades que quieran aceptar más estudiantes en puestos financiados por HELP o VET, tendrán que encontrar la forma de dividir el dinero que ya están recibiendo para adaptarse a cualquier aumento de estudiantes, debido a la congelación de presupuestos.
Opinión del académico y profesor adjunto de la Universidad La Trobe en Melbourne, Raul Sanchez Urribarri.