Esto supone conocer la importancia del tratado de Waitangi, que es considerado como el hito fundacional de Nueva Zelanda y fue firmado el 6 de febrero de 1840 entre los representantes de la corona británica y los jefes maoríes de la Isla Norte.
Se trata de un ejemplo único en el planeta sobre el reconocmiento de los dueños tradicionales de las tierras desde los inicios de la colonización, una situación que no se da en Australia y se ha hecho tímidamente mediante acuerdos incumplidos con los mayas, según nos explica Leonel Alvarado, del programa de español de la Universidad Massey, en Nueva Zelanda.