Michael Chamberlain, el padre de la pequeña Azaria, raptada por un dingo en 1980, falleció ayer en Australia, como consecuencia de la leucemia.
Chamberlain y su esposa Lindy se hicieron tristemente famosos por el caso de la desaparición de su hija de solo 9 semanas, mientras acampaban en cercanías del Uluru, el emblemático parque del Territorio de Norte, noticia que por su desarrollo se convirtió en una historia mediática que concluyó con la acusación de asesinato y posterior condena a cadena perpetua contra la madre de la niña y de complicidad por parte del padre.
La prensa nos destrozó, ¿ok? La ciencia forense nos destrozó. La fiscalía nos destrozó. La policía nos destrozó. Todos ellos hicieron cosas que fueron bastante erróneas y faltas de ética y no en el nombre de la justicia natural. Y eso fue lo que lo hizo tan grave: porque fue un total ataque frontal contra dos personas que eran totalmente inocentes declaró Chamberlain al canal 12 cuando hablaba de su libro Justicia para Azaria, en 2012.
Ambas sentencias fueron corregidas 32 años después, cuando una juez declaró que las pruebas en ese entonces eran contundentes para determinar que a la niña se la había llevado un dingo, por lo cual, sus padres eran inocentes.
Tuvimos que enfrentarnos a un sistema de justicia liderado por un funcionario judicial, que llevaba poco tiempo trabajando en el Territorio del Norte y que me dijo: No trates de tener una cuarta revisión del caso. Nunca vas a encontrar justicia en la jurisdicción del Territorio del Norte…. Bueno, la verdad ha salido a flote" decía hace 4 años Michel Chamberlain.
Ambos padres se divorciaron en 1991 y Michael Chamberlain se convirtió en profesor en La Costa Central de Nueva Gales del Sur y murió ayer a los 72 años de edad, en el hospital de Gosford.
