Los precios de Sídney cayeron un 1,4 por ciento en noviembre, lo que elevó el descenso total de la ciudad a un 9,5 por ciento, casi a la par con la caída récord anterior del 9,6 por ciento entre 1989 y 1991, cuando las tasas de interés eran altas – cercanas al 20 % el desempleo aumentaba a cifras de dos dígitos y Australia entraba en recesión.
En contraste, las tasas de interés australianas están en mínimos históricos, el desempleo es actualmente de alrededor del 5 por ciento y el crecimiento económico está alrededor, o incluso ligeramente por encima, del promedio del 3,4 por ciento durante el pasado año fiscal.
Pero ¿quiénes pierden y quiénes ganan en este contexto? Esa pregunta se la trasladamos al economista en Sídney, Charlie Ríos.