Languiller no solamente renunció irrevocablemente a su puesto sino que también se comprometió a devolver la totalidad del monto que cobró por fijar su residencia en la localidad de Queenscliff, a unos 80 kilómetros de Melbourne.
Las regulaciones parlamentarias permitían a Languiller cobrar ese dinero de acuerdo a las regulaciones parlamentarias, que estipulan que un legislador puede fijar su presidencia primaria a más de 80 kilómetros de la ciudad y mantener una segunda residencia en el centro de Melbourne.
También renunció al cargo el vicepresidente del Legislativo de Victoria, Don Nardella por el presunto cobro indebido por viáticos domicilarios, aunque el monto asciende a 100.000 dólares.
Ambos cargos quedan vacantes y se determinarán a los sucesores de Languiller y Nardella en la próxima reunión del caucus de los laboristas de Victoria,
Las dimisiones se dan después de que el líder de la oposición de Victoria, Matthew Guy, exigiera a Andrews que los despida y espetara que el gobierno laborista de este estado tiene un grave problema de estafas.
Por su lado el premier de Victoria, Daniel Andrews, dijo que las decisiones de Languiller y de Nardella de dimitir por los abrumadores abusos de sus derechos parlamentario son correctas.