Una juez española emitió una orden de detención europea contra el presidente catalán destituido Carles Puigdemont, dijo el abogado belga de éste a una televisión flamenca este jueves.
Cesado la semana pasada de sus funciones por el gobierno central español, Puigdemont huyó a Bruselas y desoyó una convocatoria de la justicia de su país. Según su abogado, apelará una eventual orden de extradición.
"Acabo de recibir un mensaje de mi cliente de que efectivamente se emitió (una orden) contra el presidente y otros cuatro ministros que están en Bélgica", dijo el letrado. "En términos prácticos significa que la justicia española presentará la solicitud de extradición a los fiscales federales en Bruselas", agregó.
Interrogado acerca de si Puigdemont permanecerá en Bélgica, Bekaert respondió: "Por supuesto. Prometió cooperar plenamente con las autoridades belgas".
Bekaert indicó que si la solicitud de extradición es aprobada por un juez belga, su cliente apelará la decisión.
En el último episodio de la peor crisis política en España de las últimas décadas, la jueza Carmen Lamela ordenó este jueves la detención del vicepresidente regional Oriol Junqueras y de otros siete miembros del gabinete de Puigdemont, acusados de sedición, rebelión y malversación de fondos públicos.
Prisión para ocho miembros del gobierno independentista catalán La justicia española dictó este jueves prisión provisional para ocho miembros del destituido gobierno catalán, sospechosos de sedición y rebelión, y pronto podría pedir a Bélgica la detención del presidente independentista Carles Puigdemont. La juez Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional, decidió enviar a la cárcel a ocho de los nueve miembros del ejecutivo cesado que acudieron este jueves a declarar a Madrid, entre ellos el vicepresidente Oriol Junqueras. Sin embargo, otorgó libertad provisional bajo fianza para el noveno, Santi Vila, que dimitió antes de la proclamación de la independencia el 27 de octubre, y que tendrá que pagar 50.000 euros para eludir la cárcel. Para justificar la prisión a espera de juicio, la juez alegó que existe riesgo de fuga —recordando el viaje a Bélgica de Puigdemont y parte de su gobierno— así como de reiteración delictiva y de destrucción de pruebas. "Los querellados jugaron un papel activo, impulsando el proceso soberanista minuciosamente diseñado y franqueando toda clase de barreras que pudieran desviarles de su última finalidad", la declaración de independencia, indica el auto de la juez. "Todas las cuestiones humanitarias han sido totalmente ignoradas en la resolución, que estaba seguramente preparada o premeditada y que nosotros denunciaremos donde haga falta", dijo el abogado de Junqueras y de otros encausados, Andreu Van den Eynde. La cuenta en Twitter de Junqueras publicó un mensaje en el que pidió: "Haced cada día aquello que esté a vuestro alcance para que el bien derrote al mal en las urnas el 21 de diciembre", fecha de las próximas elecciones regionales. Como signo de protesta, la poderosa organización independentista ANC convocó una concentración para la tarde del jueves frente al parlamento catalán en Barcelona y frente a ayuntamientos de otras ciudades catalanas. Los 20 (14 miembros del gobierno y seis del parlamento) estaban citados en calidad de investigados por rebelión, sedición y malversación de fondos por su papel en la proclamación de la república catalana el 27 de octubre, a la que el gobierno central de Rajoy respondió con el cese del ejecutivo catalán y la disolución del parlamento. Se trata de delitos muy graves que pueden acarrear hasta 30 años de cárcel. El antecesor de Puigdemont en el cargo, Artur Mas, que acompañó a los encausados hasta las inmediaciones de la Audiencia Nacional, dijo que la acción de la justicia española es contraproducente. "Si ustedes miran las encuestas más recientes, comprobarán que el sentimiento y la voluntad hacia la independencia de Cataluña está creciendo en nuestro país, en Cataluña. Y por lo tanto, insisto, ni tribunales ni violencia son la solución", dijo Mas a la prensa. En cambio, el delegado del gobierno español en Cataluña, Enric Millo, consideró que el ejecutivo catalán era el único responsable de su suerte. "Si durante todo este tiempo hubiera habido una actitud de la Generalitat de buscar un camino alternativo que no nos llevara a este callejón sin salida, seguramente no estaríamos en esta situación", dijo a TV3. La prisión a independentistas catalanes "lo va a empeorar todo", reaccionan en Barcelona por Laurence BOUTREUX "Lo va empeorar todo", exclama Dolores, una barcelonesa de 66 años no independentista, al enterarse este jueves de lo que ella llama "la mala noticia": ocho miembros del gobierno catalán destituido fueron encarcelados sin fianza a la espera de juicio. Una semana después de la proclamación de la "República Catalana", que fue seguida por la toma de control de la región por parte del gobierno central español, Dolores y su amiga Nuria iban a reservar un viaje a Japón. La noticia las alcanzó cuando estaban sentadas en un banco, a dos pasos de la Plaza de Cataluña, en el centro de Barcelona. "Yo nunca he votado por el independentismo y no me siento representada por los pro ni por los anti", dice Dolores, una profesora jubilada y votante de izquierda. "Pero nos han hecho algo muy, muy grave, una proclamación de independencia", considera. No obstante, acota que "nunca han sido violentos, todas las manifestaciones eran pacíficas". "Y uno sabe que muchos han robado un montón, empezando por los del PP [el Partido Popular del presidente de gobierno, Mariano Rajoy] pero también los de aquí", agrega. "En estas circunstancias", pide ser identificada solo por el nombre. Una jueza puso en prisión preventiva a ocho miembros del gobierno catalán cesado, investigados por sedición y rebelión, y podría emitir una orden de detención europea contra otros cinco, entre ellos el presidente destituido Carles Puigdemont, que se encontraba en Bélgica. "Si no votas independentista, te coge una rabia porque cada vez que se toma una medida más desmesurada, esto alimenta el independentismo. O Rajoy no lo entiende o le va bien porque recoge votos de las otras regiones" de España, estima. "Me sabe mal y me duele porque pienso que tienen la culpa tanto los de Madrid como los de Barcelona: la política es dialogar y no hubo ningún diálogo", acota su amiga Nuria, una exfuncionaria del Ministerio de Trabajo de 67 años, tampoco independentista. - "Europa debe implicarse" - Un hombre con traje marcha deprisa por la Plaza de Cataluña, . Es Antonio Navarro, un jefe de una empresa de 51 años que, a diferencia de muchos otros peatones, aprueba la medida de encarcelación. "Pues muy bien y se veía venir: se han saltado la ley, han desobedecido a los tribunales, han utilizado fondos públicos para una cuestión ilegal, han hecho una pantomima que han llamado referéndum y proclamado una independencia que la Constitución no contempla", resume, manteniendo el paso. "Puigdemont tendría que estar en España apoyando a su gente, pero ha buscado protección en Bélgica: es una falta de respeto y de responsabilidad a los suyos", asevera. La mayoría de los barceloneses entrevistados rechazan la decisión de la justicia, que consideran que carece de independencia. Sentada en los escalones de una tienda, Margarita, dependienta de una tienda de zapatos de 32 años, dice no querer "hablar de política ni aparecer con el apellido". Pero ella, que se define como "exvotante de Ciudadanos", el partido liberal nacido en la región en oposición al independentismo, dice: "Nadie se merece por política ir a la cárcel y considero que son presos políticos". A la salida de una exposición, Xavi Magrazo, un joven de 23 años que viste una camiseta con el rostro de Bob Marley, cambia su programa de la noche cuando se entera de que hay una manifestación convocada para rechazar la encarcelación de los miembros del gobierno cesado. "Vamos, ¿no?", pregunta a su amiga. El 27 de octubre, "la independencia se proclamó pero poca gente se lo creyó, lo hicieron para coger algo de fuerza, algo de imagen en el ámbito internacional, es todo palabrería, no es real", dice. "Ahora, con Puigdemont en Bélgica, esto implica a Europa de verdad", estima, convencido de que "esto va a empeorar hasta que no intervenga alguien de Europa, porque Madrid y Barcelona hace muchos años que no nos entendemos". |