El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, expresó hoy su preocupación ante un posible conflicto en la región tras las amenazas de Pyongyang de bombardear las bases militares de Estados Unidos en Guam, en el Pacífico.
"Un conflicto sería devastador. Tendría catastróficas consecuencias. Todos entendemos eso", dijo Turnbull a periodistas en Camberra, al culpar al régimen de Kim Jong-un y su programa balístico y nuclear de suponer una amenaza a la región.
"Ellos son los que actúan ilegalmente, contrario a numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Su régimen, su conducta ilegal es temeraria, provocadora, peligrosa y amenaza a la paz de la región, acotó".
Las declaraciones de Turnbull se dan después de que Corea del Norte amenazó hoy con atacar las bases militares de Estados Unidos en la isla de Guam horas después de que el presidente de ese país, Donald Trump, elevara el tono de sus advertencias a Pyongyang con una eventual respuesta "con fuego y furia" y de que el Pentágono enviara de nuevo bombarderos B-1B a la península.
Más tarde en el Parlamento australiano, la ministra de Exteriores, Julie Bishop, remarcó que cualquier amenaza de conflicto es "profundamente perturbador" y consideró que si un misil norcoreano es capaz de alcanzar EE.UU. como asegura el régimen de Pyongyang, también es capaz de llegar hasta territorio australiano.
Bishop también hizo un llamamiento a la tranquilidad al considerar que "la manera colectiva que debe seguirse es que todos los países implementen en su totalidad las sanciones del Consejo de Seguridad contra Corea del Norte", aunque en última instancia la mejor manera es que Pyongyang abandone su programa nuclear.