La posibilidad de que el Hospital St Vincent's intentara encubrir el escándalo que involucró la dosificación incorrecta de quimioterapia en NSW no puede descartarse, según el informe de una investigación parlamentaria.
La investigación, que concluyó en noviembre, investigó las circunstancias que rodearon las acciones del oncólogo Dr. John Grygiel, quien había administrado dosis de quimioterapia significativamente reducidas a al menos 129 pacientes con cáncer.
A pesar de que la situación captó la atención del hospital en junio de 2015, el escándalo no salió a la luz hasta febrero de 2016, cuando muchos de los pacientes se enteraron, a través de los informes de los medios de comunicación, de lo que había ocurrido.
Una copia del informe, obtenida por la cadena australiana ABC, concluyó que "la gerencia superior del hospital puso su posición pública por delante de los intereses de sus pacientes".
"El comité no puede descartar la posibilidad de un encubrimiento por parte del Hospital St Vincent's", dice el informe.
El reporte también citó elementos de "error humano individual y en forma colectiva" junto con "fallas sistémicas".
"Las numerosas preocupaciones presentadas por el personal del hospital durante más de una década nunca fueron reveladas y el hospital no comprendió la gravedad de la cuestión", estipula el documento.
El año pasado, el presidente del grupo de Hospitales St Vincent's, Toby Hall, pidió disculpas al comité y reconoció que el personal superior del hospital no manejó el problema adecuadamente.
"Subestimamos la gravedad de la situación que enfrentábamos", dijo Hall en ese momento.
Hall rechazó la sugerencia de que St Vincent's trató de ocultar los hechos, insistiendo que los altos directivos siempre tenían la intención de informar a los pacientes afectados por la administración de la dosis incorrecta, pero no podían llegar a un acuerdo con respecto a cuándo lo harían.
El informe será presentado en el parlamento el jueves.