La Policía australiana resolvió parcialmente el misterio que escondía la casa de un acumulador compulsivo en el barrio de Greenwich, en el norte de Sídney: la identidad de un cuerpo momificado.
El personal de limpieza halló la semana pasada el cadáver enrollado en una alfombra y escondido entre la basura apilada en una de las habitaciones.
La Policía sabe hasta ahora que el cadáver pertenece a Shane Snellman, un hombre de unos 30 años que tenía antecedentes por delitos leves.
También sabe que murió hace más de una década y que su cuerpo presentaba heridas antes de morir.
Se sospecha que Bruce Roberts, el dueño de esa propiedad que habitó durante unas cuatro décadas hasta su muerte en julio pasado, puede ser el responsable de la muerte de Snellman, según la cadena local ABC.
Los vecinos dijeron que Roberts, quien dejó su herencia a varias organizaciones de caridad y a un primo, era un acumulador compulsivo y un solitario.
Pero este crimen deja varios cabos sueltos como la autoría del crimen, la relación entre Snellman y Roberts, las causas de la muerte y el motivo.