El gobierno de Irán dijo que la tragedia perpetrada por la toma de rehenes en el café Lindt de Sydney podía haber sido prevenida si Australia hubiera escuchado las advertencias de Teherán sobre el atacante Man Haron Monis y lo hubiera extraditado para enfrentar cargos de fraude.
Monis era buscado por las autoridades iraníes que informaron a Interpol y al gobierno australiano en los años 2000 sobre las acusaciones contra el hombre, cuyo nombre original era Mohammed Hassan Manteghi y quien había nacido en una ciudad a casi 400 km de Teherán.
Las esperadas conclusiones de la investigación del secuestro del Café Lindt el miércoles encontraron que Monis había defraudado a clientes de su agencia de viajes en Irán de unos 550.000 dólares antes de huir a Australia.
Pero Australia no tenía un tratado de extradición con Irán y Monis no pudo ser trasladado a su país para enfrentar los cargos. El embajador de Irán en Canberra, Abdolhossein Vahaji, dijo a SBS World News que si se hubiera concedido la extradición, el asedio nunca habría ocurrido.
"Si hubiéramos podido repatriar a esa persona de Australia a Irán, bajo cualquier circunstancia, bajo cualquier reglamento ... si hubiéramos podido hacer eso, creo que esta tragedia no hubiese pasado", dijo.
"Ambos países han estado involucrados en esta tragedia. Lo importante es que tenemos que aprender una lección de este tipo de procedimiento", señaló.
-Las conclusiones de la investigación-
El Investigador Forense Michael Barnes emitió sus conclusiones luego de una investigación de 23 semanas que duró más de 18 meses.
Aunque concluyó que las acciones de Man Haron Monis fueron las únicas responsables de su propia muerte y las de los rehenes Tori Johnson y Katrina Dawson, el Forense Barnes formuló críticas especiales contra los asesores de los comandantes de la policía, contra el Director del Ministerio Público (DPP) y criticó la demora de 10 minutos de la policía antes de su decisión de ingresar en el café.
El Forense encontró que el DPP debería haber mantenido a Monis en la cárcel mientras aguardaba su juicio por unos 46 delitos, incluyendo múltiples agresiones sexuales y un cargo por presunto vínculo con el asesinato de su ex esposa.
"El oficial de la policía a cargo de la investigación del asesinato y sus superiores inmediatos, estaban preocupados de que Monis fuera concedido la libertad bajo fianza por esos cargos y querían que el DPP considerará la posibilidad de presentar una solicitud a la Corte Suprema para iniciar una revisión de su libertad provisional", dijo el Forense Michael Barnes.
Barnes no culpó a los francotiradores de la policía posicionados alrededor del café por su decisión de no disparar a Monis cuando tenían la oportunidad, pero condenó el retraso de 10 minutos de la policía antes de entrar en el café.
El Forense concluyó que una acción de emergencia "debería haber sido iniciada después del primer disparo de Monis a las 2:03 de la mañana". "Eso dejó claro que había pocas o ninguna posibilidad de resolver la situación de toma de rehenes, y que las personas dentro del café enfrentaban peligro extremo", dijo.
"Los 10 minutos transcurridos sin una acción decisiva de la policía fueron demasiado largos, Tori Johnson fue asesinado mientras tanto antes de que se tomara la decisión de entrar en el café", señaló.
Una de las mayores críticas contra la respuesta de la policía fue su decisión de esperar hasta que un rehén fuera asesinado o herido antes de ingresar en el café.
Pero Barnes no encontró ninguna falla con esta respuesta, diciendo que el riesgo de que Monis detonara la bomba que creían que tenía, antes de poder detenerlo, era significativo en ese momento.
"Concluyo que los comandantes no tenían suficiente información para ayudarles a evaluar si el riesgo inminente de que Monis matara o hiriera a un rehén, superaba el riesgo asociado con una entrada forzada" dijo.
"Las pruebas de los comandantes de la policía en el momento sugieren que estaban tan preocupados con la posibilidad de que Monis pudiera activar un IED durante una acción de emergencia que tenían dificultades en aplicar la segunda opción.
"Recomiendo que la Agencia de Asesoría Policial de Australia-Nueva Zelanda y el Comité de Contraterrorismo de Australia -Nueva Zelanda revisen las directrices sobre el despliegue de la policía en situaciones de alto riesgo y el manual de operaciones del grupo táctico de la policía para garantizar que dichos documentos le ofrecen a los comandantes orientación sobre cómo evaluar el riesgo inminente o inmediato en ciertas situaciones ", concluyó el Forense Michael Barnes.