Las autoridades de Indonesia, que consideran que podría producirse una erupción en cualquier momento, subieron el nivel de alerta al máximo y aceleraron las evacuaciones. 40.000 personas dejaron la zona, mientras que podrían ser evacuadas hasta 100.000, según responsables de la agencia de catástrofes naturales. Se han habilitado cerca de 200 centros de evacuación.
Es probable que el aeropuerto internacional de Bali permanezca cerrado el miércoles por segundo día consecutivo, y las aerolíneas han cancelado los vuelos de entrada y de salida debido al peligro que representa la nube de cenizas.
"Los corredores aéreos están cubiertos de ceniza. Es peligroso para los vuelos", indicaron los servicios de navegación aérea de Indonesia.
Un grupo de jóvenes escolares australianos atrapados en la isla dicen haber sido abandonados por sus compañías de seguros de viaje.

La gente se acerca a las orillas del río Yeh Sah en Karangasem Regency de Bali, Indonesia el 28 de noviembre de 2017 (AAP) Source: AAP
Las aseguradoras han limitado el apoyo financiero y de otro tipo para los australianos atrapados en la isla indonesia.
El monte Agung, que lleva rugiendo varios días, expulsa una impresionante humareda gris que asciende hasta 3.000 metros, forzando la anulación de cientos de vuelos. Alrededor de 60.000 pasajeros se vieron afectados.

Insurers are only offering limited financial and other support to Australians trapped on Bali. (AAP) Source: AAP
La última erupción del monte Agung se remonta a 1963 y causó 1.600 muertos.