El ministro de Inmigración de Nueva Zelanda, Michael Woodhouse dijo que estaba tomando nuevas medidas sobre la inmigración con un enfoque que prioriza a los neozelandeses.
"Primero los Kiwis (neozelandeses)", dijo el ministro, haciendo eco del primer ministro australiano Malcolm Turnbull y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quienes anunciaron esta semana políticas laborales para sus respectivos ciudadanos.
La política de inmigración se ha convertido en un tema candente en la víspera de las elecciones generales de Nueva Zelanda el 23 de septiembre.
"Estos cambios están diseñados para lograr el equilibrio adecuado ... y alentar a los empleadores a contratar más kiwis (neozelandeses) e invertir en su formación laboral para mejorar su productividad", dijo el ministro de inmigración en un comunicado, utilizando la palabra "Kiwi" el término coloquial para los ciudadanos de Nueva Zelanda.
Los cambios que se implementarán a finales de este año incluyen la introducción de un requisito que implica demostrar un ingreso mínimo, lo que hace más difícil para que los miembros de una familia acompañen al titular del visado. Las reformas también limitaran la cantidad de tiempo que los trabajadores temporales pueden permanecer en Nueva Zelanda.
El aumento en el numero de nuevos inmigrantes en los últimos tiempos, ha ayudado a la economía de Nueva Zelanda a permanecer competitiva entre los países desarrollados.
Pero los partidos de oposición y el banco central han pedido una revisión de las actuales políticas debido a su preocupación por los bajos salarios y la subida de los precios de las viviendas, que según expertos están siendo impulsados por la afluencia inversionista.
Por otro lado, varios sectores, como la tecnología y la construcción, están sufriendo de una grave escasez de trabajadores y las empresas en estas áreas no tenían otra opción que contratar a trabajadores en el extranjero.