La justicia argentina ordenó el jueves el desafuero y arresto de la expresidenta y senadora Cristina Kirchner, por presunto encubrimiento de iraníes acusados por el atentado a una mutual judía en 1994.
Kirchner es acusada de traición a la patria por haber firmado en 2012 un pacto con Teherán que buscaba indagar en Irán u otro país a exaltos funcionarios iraníes acusados del atentado.
La orden incluye además a su excanciller, Héctor Timerman, y a otros exfuncionarios de su gobierno.
La expresidenta había rechazado todas las acusaciones en un escrito presentado al juez federal Carlos Bonadío, quien dictó la orden de detención.
Cristina Kirchner afirmó que el pedido de desafuero y detención ordenada es "un verdadero exceso" que "viola el estado de derecho".
La exmandataria aseguró además en una rueda de prensa que el presidente Mauricio Macri "es el máximo y verdadero responsable de una organización política y judicial para perseguir a la oposición" y consideró que la acusación de "traición a la Patria" en su contra es "un insulto a la inteligencia de los argentinos".
La causa fue abierta a raíz de una denuncia del fiscal Alberto Nisman presentada cuatro días antes de morir, el 18 de enero de 2015.
Kirchner deberá ser sometida a un proceso de desafuero en el Congreso, para lo que se necesita que el presidente Mauricio Macri incluya el pedido en una convocatoria a sesiones extraordinarias.
En la votación en la Cámara Alta se requieren dos tercios de los votos. A partir del 10 de diciembre la alianza oficialista Cambiemos tendrá 25 de las 72 bancas, contra 32 peronistas. Sin embargo, solo una decena de éstos responden directamente la exmandataria.