El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció su decisión de declarar a Corea del Norte como país "patrocinador del terrorismo" y de incluir al régimen de Pyongyang en una lista a la que pertenece Irán, Siria y Sudán.
"Estados Unidos designa a Corea del Norte como Estado patrocinador del terrorismo. Esto debió haber ocurrido hace ya tiempo, debió haber ocurrido hace años", dijo Trump en la Casa Blanca.
Corea del Norte ya había sido incluida en la lista en 1988, por el gobierno de Ronald Reagan, a raíz del derribo de un avión surcoreano el año anterior, pero fue retirada en 2008, durante la administración de George W. Bush.
Hasta ahora, en esa lista apenas figuraban Irán, Sudán y Siria. Cuba fue retirada en 2015.
Trump dijo que el gobierno norcoreano "ha apoyado repetidamente actos de terrorismo internacional, incluyendo el asesinato en territorio extranjero".
La inclusión de Corea del Norte en la controvertida lista estadounidense representa la adopción de nuevas sanciones en "apoyo de nuestra campaña de presión máxima para aislar a ese régimen asesino", dijo el mandatario.
Tras conocerse el anuncio, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, dijo que su gobierno respalda el anuncio.
"Acogemos fuertemente la decisión que refleja la determinación de la comunidad internacional para que Corea del Norte vuelva a ser sensato", acotó.
"Kim Jong-un maneja una operación global criminal desde Corea del Norte que controla arma, drogas, que está vinculado al cibercrimen y por supuesto que amenaza la estabilidad de la región con sus armas nucleares", agregó en declaraciones a periodistas en Sídney.
Por su lado, la ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop, recordó en declaraciones a la cadena Sky News de la televisión local que "en los últimos años hemos visto asesinatos auspiciados por el estado, ataques contra Estados Unidos y continuas violaciones de numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad prohibiendo sus programas balísticos y nucleares".
Bishop consideró la medida como parte de los esfuerzos para devolver a Corea del Norte, que amenaza con tener un misil capaz de alcanzar Estados Unidos e incluso Australia, a la mesa de negociaciones.
Tras el anuncio de Trump, el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, dijo luego a periodistas que Washington aún mantiene vivas las "esperanzas" de que presiones económicas y diplomáticas puedan forzar al régimen de Kim Jong-Un a negociar un desarme nuclear.
Con AFP y AAP