El Gobierno australiano reafirmó su intención de restringir las exportaciones de gas para asegurar el abastecimiento local e impulsar la reducción de los precios de la electricidad y expresó sus intenciones de impulsar la financiación en las plantas de generación de energía que corran el riesgo de cerrar, incluso con fondos públicos.
"Estamos adoptando acciones inmediatas para poner presión a la baja a los precios de la energía y asegurar el abastecimiento de energía confiable y segura para todos los australianos", dijo el primer ministro australiano, MalcolmTurnbull, en una rueda de prensa flanqueado por sus ministros, el de Energía, Josh Frydenberg; y el de Recursos, Matt Canavan.
Pero el primer ministro no asegura cuándo los hogares y las empresas locales verán el impacto de su plan. Turnbull se limitó a decir: "solo el tiempo lo dirá".
La medida ya había sido adelantada en abril pasado cuando Turnbull anunció el llamado plan "Mecanismo de Seguridad de Gas Doméstico", que le dará poderes para imponer controles a las exportaciones de gas natural licuado (GNL) a las empresas en el caso de que haya una escasez en el mercado doméstico.
Australia exporta dos tercios de su producción de gas y tiene restricciones en algunos estados para la exploración de este recurso.
A pesar de la abundancia de este recurso, los consumidores australianos se han visto afectados por los altos precios de las tarifas de energía que responden en gran parte a una escasez del abastecimiento del gas en la costa este, que es la más poblada del país.
Las empresas eléctricas ya han anunciado que elevarán sus tarifas hasta en un 20 por ciento a partir del próximo año financiero.
"Es insostenible para nuestro país ser el mayor exportador de gas del mundo y tener que pagar por el gas los precios más altos", comentó el titular de Recursos.
Las medidas, que incluyen restricciones a las exportaciones cuando se registre una escasez en el mercado doméstico, no entrarían en vigor hasta el 1 de enero próximo, a pesar de que se intentaba implementar el 1 de julio de este año.
También el Gobierno inyectará más de 67 millones de dólares australianos para evitar que las empresas energéticas puedan revertir las decisiones judiciales que afecten a los consumidores.
El Gobierno también anulará el proceso legal que usan las empresas eléctricas para elevar sus tarifas, aunque esta iniciativa deberá ser aprobada por el Parlamento.
Asimismo, Turnbull pedirá al Operador Australiano del Mercado Energético que de cuenta de las estaciones de generación eléctrica que pueden cerrar pronto e informar sobre las posibilidades de que se inviertan en ellas, incluyendo la financiación gubernamental. Así deja abierta la posibilidad de que se usen los fondos fiscales para apoyar la modernización de los generadores de energía que operan con carbón y gas para asegurar el abastecimiento en el mercado doméstico.
Entretanto el Gobierno conservador aún sigue sopesando las recomendaciones sobre el marcado energético australiano y el objetivo de uso de energías renovables dadas recientemente por el jefe científico de Australia, Alan Finkel, en un informe que motivó críticas de una facción liderada por el exprimer ministro Tony Abbott que defiende la industria de generación eléctrica con carbón.
El Operador Australiano del Mercado Energético advirtió recientemente de una escasez de gas para el verano 2018-19 en los estados de Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia del Sur.
Fuente: AAP/SBS News/The Guardian Australia
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