Naciones Unidas y sus socios lanzaron a principios de año un llamado para recaudar 2.100 millones de dólares para ayudar este año a 12 millones de personas en Yemen.
Antes de la conferencia, se había recaudado el 15% de la financiación.
"Hemos recabado 1.100 millones de dólares en esta conferencia", anunció ante los medios el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. .
Al término de la conferencia, subrayó que la ONU reclamaba ante todo a las partes beligerantes que garanticen un "acceso sin obstáculos" a los agentes humanitarios.
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) también pidió el martes que cese "la obstrucción deliberada de la ayuda humanitaria, las restricciones que golpean las importaciones, los retrasos en las aduanas, la confiscación de bienes vitales y las dificultades para la obtención de visados y de salvoconductos dentro del país".
Unos 19 millones de personas, es decir, alrededor de dos tercios de la población yemenita, necesita ayuda humanitaria urgente, según la ONU.
Unos 17 millones pasan hambre, por lo que el país padece "la mayor crisis alimentaria del mundo", según Guterres.
"La hambruna puede evitarse si actuamos rápidamente", subrayó.
La guerra en Yemen enfrenta a las fuerzas pro gubernamentales contra los rebeldes chiitas - hutíes, aliados de las unidades todavía fieles al expresidente Ali Abadalá Saleh y respaldados por Irán.
Las fuerzas pro gubernamentales están apoyadas desde marzo de 2015 por una coalición árabe, liderada por Arabia Saudí.
Los rebeldes controlan la capital, Saná, y extensas regiones del norte y del oeste del país.
La guerra en Yemen ha provocado hasta ahora más de 7.700 muertos, en su mayoría civiles, y 42.500 heridos, según la ONU.