Joe Biden se proclamó como el próximo presidente de los Estados Unidos, en un discurso de victoria pronunciado el sábado en Delaware, donde apeló a la unidad.
Después de superar los 270 votos electorales necesarios para ganar la Casa Blanca, según los medios norteamericanos, Biden ha llamado al entendimiento mutuo, en un discurso donde reiteró que será el presidente de todos.
“Estoy orgulloso de la coalición que formamos, la coalición más amplia y diversa de la historia (apoyada por personas) gay, heterosexuales, transgénero, blancos, latinos, asiáticos… Especialmente, en momentos en los que esta campaña estaba en su punto más bajo, la comunidad afroamericana se mantuvo firme por mí. Siempre me apoyó y yo siempre la apoyaré”.
Biden también se acercó a los partidarios de Trump e instó a todos los estadounidenses a "dejar de lado la retórica dura" y dejar de tratar a las personas con opiniones políticas opuestas como enemigos.
Por su parte, la primera vicepresidenta electa del país, Kamala Harris, dijo que, si bien es la primera mujer en ser elegida para el cargo, no será la última. Harris es también la primera afroamericana y la primera del sur de Asia electa vicepresidenta de los Estados Unidos.
A los niños de nuestro país, sin importar su género, nuestro país les ha enviado un mensaje claro: sueñen con ambición. Lideren con convicción ... Sepan que los aplaudiremos en cada paso del camino.
Pero mientras los demócratas celebraron la derrota de Trump, el presidente saliente sigue sin concederle la victoria a Biden, alegando supuestos "fraudes" en la elección, sin aportar pruebas.
“¿Desde cuándo son los penosos medios dominantes quienes dan por ganador al próximo presidente?”, se quejó Trump en un tuit.
Trump planea redoblar su ofensiva judicial para impugnar los resultados en la próxima semana, según su abogado Rudy Giuliani, quién afirmó que hay “mucha evidencia” de fraude.
La mayoría de los políticos republicanos activos no han roto filas con el presidente, salvo algunos disidentes habituales, como el senador y excandidato presidencial Mitt Romney.
El poderoso senador republicano Lindsey Graham instó a Trump en la cadena Fox a no reconocer su derrota.
“Trump no ha perdido. Señor presidente, no ceda, luche duro”, agregó.
Pero se estima que estas demandas no tendrán mucho recorrido, y hasta el momento han sido ignoradas por los votantes demócratas, que desde el sábado celebran la victoria de Biden en las calles de las grandes ciudades.
Sin embargo, el Dr. Jesús Velasco, politólogo experto en relaciones transnacionales entre Estados Unidos y América Latina, y profesor de la Universidad de Tarleton en Texas, dijo a SBS Spanish que “en una época dónde no importa la verdad, sino cuántas veces se repite una mentira, esto podría generar hasta conflicto de violencia entre grupos de un lado y de otro”.
“Si sigue incrementando (la hostilidad) esto puede llegar a pasar … Soy optimista y creo que no, pero no me sorprendería si pasara”, apuntó.

Democratic presidential nominee Joe Biden addresses the nation at the Chase Center November 06, 2020 in Wilmington, Delaware. Source: Getty Images North America
Reacción internacional
A pesar de la negativa republicana de concederle la victoria, Biden ha recibido múltiples mensajes de felicitación de parte de varios líderes del mundo, incluyendo Australia.
El primer ministro Scott Morrison dijo que espera forjar una relación bilateral aún más profunda con Biden y Harris.
“(Nuestros países gozan de) más de 100 años de una alianza exitosa. Nuestra alianza se fortalecerá cada vez más bajo la nueva administración del presidente-electo Biden en el futuro, y juntos la protegeremos”.
Biden ha dicho que su presidencia se centrará en luchar contra la injusticia racial y el cambio climático, lo que significa que Australia posiblemente enfrentará una creciente presión internacional para comprometerse a reducir sus emisiones a largo plazo.
Por su parte, el líder de la oposición laborista, Anthony Albanese, también felicitó al presidente-electo ya su compañera de fórmula, calificando su triunfo de “victoria extraordinaria”.
“Es fundamental que Estados Unidos desempeñe el papel de liderazgo que históricamente ha desempeñado desde la Segunda Guerra Mundial como una democracia. Y felicito tanto al presidente-electo Biden, como a la vicepresidenta-electa Harris”.
Gran parte de los líderes mundiales también ignoraron los recursos republicanos presentados por Trump en la justicia y felicitaron a Biden por su victoria, con dos notables excepciones en América Latina: los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Brasil, Jair Bolsonaro.
López Obrador indicó que esperará la resolución de “asuntos legales” para pronunciarse y Bolsonaro guardó silencio.
El Dr. Jesús Velasco, dijo a SBS Spanish que veía la actitud de AMLO como una “ineficiencia diplomática de lo peor”, que no define el comienzo de la relación de México con Biden con buen pie, a pesar de que sostiene que la retórica no cambia las relaciones estructurales entre ambos países.

Donald Trump delivers a statement on the election in the briefing room of the White House, Thursday, Nov. 5, 2020, in Washington. Source: AP
Grandes obstáculos a la vista en una transición política compleja
Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, publicaron en el sitio web BuildBackBetter.com los detalles de su plan de transición que gira en torno a cuatro ejes: la lucha contra el COVID-19, la recuperación económica, la equidad racial y el cambio climático.
"El equipo que se está conformando va a enfrentar los desafíos empezando el primer día", dijo en referencia al 20 de enero, el día que asuma el poder.
La pandemia de COVID-19, que a la fecha deja más de 237.000 muertos en Estados Unidos, estará en el centro de sus acciones y este lunes conformará un grupo de expertos para elaborar un plan nacional con el fin de frenar el virus que pueda ser implementado desde el primer día de su mandato.
Otro eje importante es la promesa de anular el proceso de retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lanzado por Trump, y volver al Acuerdo del Clima de París para limitar las emisiones que provocan el cambio climático.
Además de tener que enfrentar a la oposición de casi el 50 por ciento de los electores estadounidenses que votó por el presidente Donald Trump, se vislumbra que Biden también tendrá que gobernar con un Senado hostil en manos republicanas, por lo que ya hay quienes se plantean dudas de cuán eficiente podrá ser su gestión, al menos a corto plazo.
El Senado será crucial en la respuesta a la aguda crisis económica provocada por el COVID-19, que dejó millones de desempleados y profundos daños en la economía estadounidense.
Antes de las elecciones, la Cámara de Representantes, dominada por los demócratas, y el gobierno no consiguieron un acuerdo para lanzar un nuevo plan de ayuda para complementar el paquete de tres billones de dólares aprobado en marzo.
En esta elección, en la que se renovaron 35 escaños, los demócratas perdieron uno y le arrebataron dos a los republicanos.
La actitud de Trump en los próximos días también pesará en la capacidad de acción de Biden antes del 20 de enero. Al presidente aún le quedan unos dos meses en la Casa Blanca, en lo que usualmente se conoce como el período de “pato renco”, pero analistas temen que aún mucho podría pasar antes del comienzo del nuevo período presidencial el 20 de enero.
Ante las magras posibilidades de lograr un acuerdo previo al cambio de mando, esas negociaciones serían una primera prueba para el gobierno de Biden si los republicanos conservan la mayoría en el Senado.
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Con información adicional de AFP.