Puntos destacados
- Una serie de seis artículos publicados por médicos expertos en la revista The Lancet pide un cambio en el enfoque de la prevención del suicidio.
- Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2019 más de 700000 personas en todo el mundo se suicidaron. En Australia, casi 2500 hombres se quitaron la vida en 2022.
- La psicóloga Gabriela Salabert y el psicoterapeuta Alejandro Ochoa coinciden en pedir un sistema de prevención más accesible, humano y comunitario.
El suicidio afecta a un número creciente de personas en Australia y en el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2019 más de 700,000 personas se quitaron la vida. Esta cifra refleja solo los casos documentados, lo que sugiere que la cantidad real podría ser mayor.
En Australia, las estadísticas muestran que una de cada dos personas ha sido impactada por el suicidio de alguna forma antes de cumplir 25 años. Estas cifras indican la necesidad de abordar el problema desde un enfoque más integral.
El presidente de Suicide Prevention Australia, Graham McLean, afirma que enfrentar el problema comienza con una mejor comprensión del mismo.
"Lamentablemente, la prevención del suicidio no es un tema marginal. No es simplemente una parte de la creciente crisis de salud mental de la que todos somos conscientes. Es un problema significativo por sí mismo. Y muchos factores contribuyen a ello, los cuales debemos entender mucho mejor", dice.
La serie de seis artículos, publicada en la revista de salud pública The Lancet, pide un cambio en la prevención del suicidio. Elaborada por varios expertos médicos de Australia y del extranjero, la serie sostiene que el suicidio no debe tratarse únicamente como un problema de salud mental.
La directora del Centro de Salud Mental y Bienestar Comunitario de la Universidad de Melbourne y una de las autoras del informe, la profesora Jane Pirkis, destaca las influencias externas que podrían llevar a una persona a tener pensamientos o tendencias suicidas.
"Cuando alguien llega al punto de una crisis suicida, necesita servicios clínicos de alta calidad. Sin embargo, se argumenta que el problema es más amplio, incluyendo factores sociales como políticas macroeconómicas, políticas públicas, sistemas de salud, valores culturales y sociales, y factores comerciales que interactúan con los riesgos individuales y pueden llevar a pensamientos y comportamientos suicidas", explica.
La psicóloga Gabriela Salabert considera necesario cambiar el sistema de prevención del suicidio en Australia.
"Se debe cambiar bastante urgente porque es un problema de décadas. Es la vergüenza comunitaria de Australia por la tasa de suicidio tan alta, sobre todo de gente joven. Las políticas tienen que ser más comunitarias. Parece que hay más acceso, pero en realidad es una socidad muy individualista y fragmentada", explica la experta en salud mental radicada en Sídney.
Ella explica que los factores de riesgo de suicidio son las adicciones, las crisis económicas, los problemas en las relaciones familiares, personales o laborales, la depresión posparto y el dolor crónico.
El psicoterapeuta Alejandro Ochoa coincide con que es necesario modificar el sistema de prevención.
"Debe facilitarse el acceso. Muchas personas quieren acceder a terapia, pero por motivos económicos no pueden mediante su seguro, o para acceder deben ver a su médico general primero. Es un obstáculo extra porque muchos requeren atención inmediata", dice el experto en salud mental de la Universidad de Monash.
Cuando una persona tiene ideas suicidas también puede ser homicida porque puede perder el criterio de realidad.Gabriela Salabert, psicóloga en Sídney
Ochoa también le hace un llamado al gobierno para que brinde atención a los familiares de las personas que han cometido suicidio, pues pueden enfrentar situaciones de estrés, confusión y culpa.
Nota: si necesitas apoyo o información, llama a Lifeline Australia al 13 11 14 o envía un mensaje de texto al 0477 13 11 14. El servicio está disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana.