El Gobierno australiano buscaba con ahínco el apoyo de los independientes y partidos minoritarios a su plan educativo Gonski 2.0 durante la última sesión de invierno del Parlamento.
El ministro australiano de Educación, Simon Birminham, insistía en que el proyecto entregaba los recursos según las necesidades de las escuelas. "Queremos invertir 18.600 millones de dólares más en las escuelas más necesitadas de Australia para asegurarnos de que todas sean tratados de forma consistente y de acuerdo con sus necesidades", dijo el ministro a la emisora ABC.
Pero la portavoz laborista en materia de Educación, Tania Plibersek, recalcó en un comunicado que el modelo gubernamental destina más de la mitad de los fondos a las escuelas privadas y "a pesar" de que éstas "solo representan un 30 por ciento de las escuelas de la nación".
Con el rechazo de los laboristas, se especulaba sobre el apoyo que los Verdes le darían al plan, previo acuerdo a algunas demandas. Sin embargo hoy el senador Birminghan parece haber logrado el apoyo de los senadores del partido de Nick Xenophone, la senadora Jacquie Lambie, Derryn Hinch y Lucy Gichuhi. La senadora del partido One Nation, Pauline Hanson había expresado con anterioridad que respaldaría el plan.
El gobierno necesita el apoyo de diez senadores.
El apoyo del partido de Nick Xenophone se produjo tras un acuerdo de entregar la totalidad de los fondos a las escuelas en un tiempo más corto, de seis años en vez de diez.
El plan había generado amplia controversia porque reduciría los fondos que se les entregan a las escuelas católicas.