El gobierno federal anuncia hoy cambios relacionados a las normas que rigen los fondos de cesantías o Superannuation.
Son los primeros cambios que se hacen al sistema desde que se introdujo el fondo de cesantías obligatorio en 1993, y que ahora maneja más de 2 billones de dólares.
Los cambios tienen como fin darles a los dueños de su "súper" un mayor control sobre sus fondos y otorgarle a APRA, la autoridad regulatoria, nuevos poderes que le permitan intervenir en el manejo de los fondos, si se necesitan.
La Ministra de Servicios Financieros, Kelly ODwyer, explicaba a la ABC, que el plan del gobierno se enfoca en las reglas que manejan ese porcentaje del 9,5% que es el que aportan los empleadores al fondo de sus trabajadores.
Una de las cosas que la ministra quiere que se cambien es que exista la facilidad para que la gente pueda optar por no tener el seguro de vida, que trae el fondo automáticamente.
Ella asegura que en el actualidad más de 2 millones 700 mil australianos tienen más de un fondo de pensiones, y estos costos de seguros van socavando el ahorro del retiro a lo largo de los años.
Según el ministerio de Economía los fondos recogieron más de 8 mil millones de dólares en pólizas de seguro en 2015-2016, lo cual es igual al 16% de todas las contribuciones pagadas por los empleadores ese mismo año.
La idea es que la gente con una simple llamada telefónica pueda renunciar a esos seguros de vida automáticos.
"Y esto es un problema en particular para la gente más joven, o gente que tiene trabajos de tiempo parcial, a lo mejor trabajando en un supermercado, gente que tiene múltiples fondos, con múltiples costos, y muchos de esos australianos no se dan cuenta de que están pagando pólizas de las que nunca se van a beneficiar", dice la ministra.
También se quiere imponer un test sobre los resultados o los rendimientos económicos que obtienen los fondos, para que estos expliquen cómo promovieron el interés financiero de los miembros.
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