Puntos destacados:
- Los australianos permanecen consternados por la noticia de que dos agentes de policía murieron en una zona rural de Victoria cuando, al parecer, un hombre de 56 años les disparó antes de huir al bosque.
- El incidente ha provocado un nuevo debate en torno a las leyes australianas sobre armas de fuego y sobre quienes son dueños de estas armas.
- En la actualidad hay más armas en Australia que antes de la masacre de Port Arthur en 1996, según cifras de diferentes fuentes.
Los australianos están consternados por la noticia de que dos agentes de policía murieron en una zona rural de Victoria cuando, al parecer, un hombre de 56 años les disparó antes de huir al bosque.
Otro agente de policía resultó herido durante el incidente, lo que provocó un nuevo debate en torno a las leyes australianas sobre armas de fuego y sobre quienes son dueños de estas armas.
En la actualidad hay más armas en Australia que antes de la masacre de Port Arthur en 1996.
Ese suceso provocó cambios radicales en las leyes sobre armas de fuego y restricciones importantes en relación a la posesión de armas.
En un contexto de medidas destinadas a frenar la posesión de armas y en un panorama en el que la legislación se ha vuelto cada vez más estricta, muchos se preguntan cómo es que Australia tiene ahora más habitantes con armas de fuego que nunca.
¿Qué dicen las estadísticas?
Si bien no se dispone de estadísticas confiables anteriores a 1996, los datos fragmentarios de esa época sugieren que se poseían aproximadamente tres millones de armas de fuego antes de la masacre de Port Arthur.
Esa cifra ahora supera los cuatro millones, según estimaciones basadas en información estatal y territorial.
Y no se trata solo del aumento del número de armas, sino del número de personas que tienen licencia para poseerlas.
Una vez más, las cifras anteriores a 1996 no están disponibles y no todos los estados publican información histórica o actual.
Sin embargo, en Nueva Gales del Sur, por ejemplo, había 180 663 licencias en 2001, cifra que aumentó a poco menos de 260 000 en 2025.
En Queensland, había alrededor de 150 000 licencias en 2010, cifra que asciendió a más de 200 000 en la actualidad.
Si bien la posesión de armas es más común en las zonas rurales del país, las estadísticas disponibles muestran que la mayoría de los propietarios de armas viven en áreas urbanas.
Esto refleja la distribución de la población australiana en general: en otras palabras, donde hay más personas, hay más armas.

Source: The Conversation / ABS
¡No! Si bien el número de licencias de armas de fuego y de armas de propiedad legal ha estado aumentando durante décadas, el uso indebido de armas de fuego ha estado disminuyendo durante más tiempo.
Los homicidios con armas de fuego, por ejemplo, comenzaron a disminuir a principios de la década de 1980, continuaron cayendo al mismo ritmo después de 1996 y se mantienen estables y bajos.
Los suicidios con armas de fuego han seguido un patrón general similar. Los robos con arma de fuego comenzaron a disminuir a principios de la década de 1990.
Esto sugiere que hay poca relación entre los niveles de posesión legal de armas en Australia y los niveles de violencia y uso indebido de las armas de fuego.
¿Quién tiene armas y por qué?
Legalmente, las personas pueden poseer armas de fuego en Australia por "motivos genuinos", como la producción primaria, el tiro al blanco y la caza y recolección.
Cifras de algunos clubes de tiro, junto con una pequeña cantidad de investigaciones, sugieren que las mujeres y los jóvenes representan un grupo cada vez más numeroso en estos clubes donde tradicionalmente dominaban en número, los hombres blancos de edad avanzada.
Sin embargo, esta es otra área en la que la información confiable es escasa.
El aumento de armas y licencias de armas en Australia es, en parte, un resultado poco sorprendente. Nuestra población en 1996 rondaba los 18 millones. Hoy pasa los 27 millones (un crecimiento que supera el aumento del número de armas que se poseen).
Sin embargo, una vez más, las estadísticas solo pintan parte de la historia. Hay muchos matices inexplorados. Por ejemplo, la evidencia anecdótica —que a veces es lo único con lo que tenemos que trabajar— sugiere que el multiculturalismo ha desempeñado un papel importante.
Algunos propietarios de armas afirman que las poseen porque no se les permitía hacerlo en el régimen autoritario del que emigraron.
Otros, aunque nacieron en Australia, dicen que provienen de entornos culturalmente diversos, donde la caza es una tradición que preservan para mantener viva la práctica para las próximas generaciones.
Estas historias dan a entender que la posesión de armas en Australia está impulsada por una amplia gama de influencias, muchas de las cuales permanecen, en gran medida, invisibles.
Hay pocas investigaciones australianas sobre lo que motiva a una persona a poseer armas de fuego.
Es posible que las investigaciones de los Estados Unidos, con su enfoque local, no se puedan aplicar en Australia (por ejemplo, la posesión de armas para protegerse está explícitamente prohibido en Australia, pero es común en los Estados Unidos).
Sin embargo, el trabajo realizado en Nueva Zelanda indica que hay muchas razones por las que las personas poseen armas, como el aprendizaje o el dominio de nuevas habilidades, la participación en actividades de conservación, el establecimiento de conexiones sociales, el interés histórico y el disfrute del deporte competitivo.
Es probable que las circunstancias sociales y económicas influyan en la posesión de armas.
Por ejemplo, ver las estanterías vacías de los supermercados durante la pandemia de COVID-19 y darnos cuenta de que no siempre podemos confiar en las cadenas de suministro de carne fresca parece haber provocado un aumento de la caza.
En un mundo perturbado e incierto, en el que el coste de la vida preocupa a tantas personas, no sorprende que las diversas formas de autosuficiencia (ya sea la fabricación de pan, el cultivo de verduras, la pesca o la caza) estén despertando interés.
¿La ley de las consecuencias imprevistas?
Además de todas estas explicaciones del aumento de la posesión de armas en Australia, queda un tema importante: es probable que el enfoque que Australia ha adoptado durante mucho tiempo para "desnormalizar" la posesión de armas de fuego haya impulsado en sí mismo el aumento de las armas.
Después de 1996, el entonces primer ministro John Howard declaró que odiaba las armas y que no creía que la gente debiera tenerlas.
Irónicamente, es muy posible que la postura de línea dura de Howard, y su continua influencia, hayan provocado décadas de aumento en la posesión de armas en Australia.
Samara McPhedran es investigadora principal en la Universidad de Griffith. La investigadora se especializa en la prevención de la violencia y las lesiones con armas de fuego, los homicidios, la violencia doméstica y familiar, la legislación y las políticas sobre armas de fuego y el análisis de políticas sociales y de salud.