Venus se clasificó para la final del Abierto tras vencer a su compatriota Coco Vandeweghe en tres sets por 6-7 (3/7), 6-2 y 6-3.
Esta será la 15ª gran final y la segunda en Australia para la jugadora más veterana del circuito, tras la de 2003 que Venus perdió también contra su hermana menor Serena.
Entre 2010 y 2014 la carrera de esta estadounidense de gran talla (1,85 m) se había eclipsado, en parte debido a problemas de salud. Durante tres años y medio, no logró participar en la segunda semana de ningún torneo mayor.
Pero no tiró la toalla y desde el año pasado parece revivir una segunda juventud. En julio llegó a las semifinales de Wimbledon y emprendió el Abierto de Australia como número 17 del mundo.
Durante el torneo, Venus se benefició de un cuadro muy favorable: su adversaria mejor clasificada fue la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, número 27 mundial.
Vandeweghe, de 25 años, ocupa por su parte el lugar número 35 y ha tenido un recorrido remarcable en este torneo: eliminó a la defensora del título y número uno mundial, la alemana Angelique Kerber, en octavos de final, y después a la campeona de Roland Garros, la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza (N.7), en cuartos.
Venus, siete veces ganadora en Grand Slam (5 en Wimbledon y 2 en el Abierto de Estados Unidos), había jugado y perdido su última final contra su hermana Serena en Wimbledon.
Poco después, su hermana Serena Williams, número dos del mundo, derrotó a la croata Mirjana Lucic-Baroni en dos sets, por 6-2, 6-1, este jueves en Melbourne.
Esta será la novena final entre las hermanas Williams en uno de los cuatro torneos del Grand Slam y la primera desde la edición de 2009 en Wimbledon, cuando ganó Serena.