España indultó el martes a los nueve líderes separatistas encarcelados por su papel en el fallido intento de independencia de Cataluña en 2017, en un gesto que el gobierno español espera que fomente el diálogo para que la región siga formando parte de España, desinflando su impulso a la autodeterminación.
Los políticos y activistas fueron condenados en 2019 a entre nueve y trece años por sedición y malversación de fondos públicos, tras un referéndum de ruptura que los tribunales prohibieron, pero que desembocó en una efímera declaración de independencia, desencadenando la peor crisis política de España en décadas.
"Con este acto queremos abrir una nueva etapa de diálogo, de reconciliación, y acabar, de una vez por todas, con todas las divisiones y la confrontación", dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un discurso televisado.
El jefe de gobierno separatista de Cataluña, Pere Aragonés, dijo que los indultos eran un primer paso en "el camino de la negociación y el acuerdo", al tiempo que reafirmó su opinión de que Madrid debería permitir un referéndum reconocido internacionalmente.

Spanish Prime Minister Pedro Sanchez Source: AAP, EFE
Poco después, el gobierno central reiteró su oposición a cualquier votación de este tipo.
Los indultos son condicionales, y se mantiene la prohibición de que los dirigentes ocupen cargos públicos, dijo Sánchez.
Uno de los nueve dirigentes reaccionó desafiante a la noticia de los indultos.
Raúl Romeva, que como responsable de Asuntos Exteriores de Cataluña en 2017 fue condenado a 12 años, aseguró que la región continuará su lucha por la autodeterminación.
"Al indultar a 9 personas, no van a ocultar la represión que siguen aplicando contra cientos de independentistas. No cederemos: ¡amnistía y autodeterminación!", tuiteó.
Una fuente del Gobierno dijo que el decreto de concesión de los indultos, que podría ser revocado en caso de delito grave, debería publicarse el miércoles, y que es poco probable que el Tribunal Supremo autorice antes la liberación de los dirigentes.
Las encuestas muestran que la mayoría de los españoles se oponen a los indultos. Sánchez apuesta por que estos acaben debilitando el impulso independentista en la rica región del noreste.
El gobierno español está convencido de que no habrá nuevos movimientos unilaterales hacia la independencia y la liberación de los presos pondrá fin a un clima "tóxico" que obstaculizaba el diálogo, dijo otra fuente gubernamental, subrayando que España espera mejorar su imagen internacional, empañada por las duras condenas.
Lluis Orriols, profesor de ciencias políticas de la Universidad Carlos III de Madrid, dijo que la decisión de Sánchez era muy oportuna, después de que los nueve presos pasaran tres años entre rejas, en lo que la opinión pública probablemente considerará un castigo justo, y esperaba que las próximas conversaciones desinflaran al menos las tensiones con Cataluña.
Los partidos conservadores de Madrid han dicho que impugnarán los indultos en los tribunales, argumentando que estos darían nueva fuerza al movimiento separatista, y acusando a Sánchez de buscar principalmente apuntalar sus alianzas parlamentarias.
El partido separatista catalán Esquerra Republicana de Catalunya -cuyo presidente Oriol Junqueras se encuentra entre los líderes indultados- ha sido fundamental para que Sánchez pueda gobernar en 2020.
En Cataluña, algunos elogiaron los indultos pero dijeron que no eran suficientes.
"Políticamente es una decisión difícil para el Gobierno español, pero (esto)... no elimina su prohibición de ejercer el cargo y no tiene en cuenta a las tres mil personas que tienen causas pendientes vinculadas a 2017", dijo el maestro de escuela Josep Sunyer, de 50 años.