El Tribunal Supremo español impuso este lunes penas de entre 9 y 13 años de cárcel a nueve de los 12 líderes independentistas procesados por el fracasado intento de secesión de 2017, anunció el alto tribunal.
La pena más alta, 13 años de prisión y 13 de inhabilitación absoluta por sedición y malversación, fue para el ex vicepresidente del gobierno regional catalán, Oriol Junqueras, una pena muy inferior a los 25 años que solicitaba la fiscalía.
13 años para el ex número dos del gobierno catalán
Dirigente de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), Oriol Junqueras, de 50 años, fue condenado a 13 años de prisión, por sedición y malversación de fondos públicos.
Junqueras fue encargado por el entonces presidente regional Carles Puigdemont de preparar el referéndum de autodeterminación ilegal del 1 de octubre de 2017. Fue el principal acusado del juicio, en ausencia de Puigdemont, huido de la justicia española a Bélgica.
Además de él, fueron condenados la ex presidenta del parlamento catalán, Carme Forcadell (11 años y medio), el expresidente y presidente de influyentes asociaciones independentistas ANC y Omnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart (9 años), y cinco antiguos ministros regionales (entre 10,5 y 12 años).
Otros tres exministros regionales, los únicos acusados en libertad condicional, fueron condenados a una multa de 60.000 euros y 20 meses de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Altercados en Cataluña ante duras penas de cárcel para líderes independentistas
Al darse a conocer las condenas miles de independentistas cortaron rutas y vías férreas en Cataluña, llegando a bloquear parcialmente el aeropuerto de Barcelona, en protesta por la condena a nueve de sus líderes.
Bloqueos del aeropuerto de Barcelona y de estaciones, cortes de carreteras y trifulcas con la policía. El independentismo catalán se encendió con la condena a sus líderes: "Vamos a hacernos escuchar, que sepan que esto no ha terminado".
"Hasta ahora estábamos parados, a la expectativa de qué pasaba con la sentencia. Y el Estado español, como siempre, no ha decepcionado", dice Jordi, un comercial de 44 años que prefiere mantener el anonimato.

Young people hold up signs in Catalan reading "Everybody to the airport" during protests in Barcelona, Spain. Source: AP
Enfrente suyo está el fuerte dispositivo policial que protege los accesos del aeropuerto de Barcelona, primer objetivo de las protestas independentistas tras conocerse las penas de entre 9 y 13 años de cárcel para los líderes que impulsaron el intento de secesión de octubre de 2017.
La lluvia fina va calando entre los cientos de manifestantes que protagonizaron duros enfrentamientos con la policía. Por un lado unos cargaban y disparaban proyectiles de espuma a la muchedumbre, que les respondía con insultos, piedras, cubos de basura, latas y otros objetos.
Treinta y cuatro personas precisaron asistencia sanitaria en el aeropuerto, según el servicio regional de emergencias médicas.
"Siempre hemos buscado vías pacíficas pero nadie nos hace caso. Nos vemos obligados a tirar de la desobediencia", reconocía Carles Navarro, un consultor de 49 años.
Aunque esperada por gran parte del independentismo, la condena contra sus líderes generó indignación en muchos de sus militantes que, apenas unos minutos después de su publicación, ya empezaban a inundar las calles de Barcelona en protestas espontáneas.
Impulsada por anónimos, que se comunican entre ellos con aplicaciones de mensajería fuertemente encriptadas y con más de 150.000 seguidores en Telegram, este grupo llamó a paralizar el aeropuerto de Barcelona, el segundo más importante de España.

A demonstrator holds a ballot box in front of police officers during a protest against the decision by the Spanish Supreme Court. Source: EFE
A pie, en metro, en tren, en taxi o vehículo privado, miles de ellos se dirigieron hacia allí, bloqueando sus accesos aunque incapaces de penetrar en la terminal fuertemente custodiada por la policía.
Por la carretera, entre una larga hilera de coches bloqueados, algunos turistas caminaban con sus maletas para intentar llegar al vuelo. Dentro, los que aterrizaban se encontraban con la terminal bloqueada sin taxis y con el metro y el tren funcionando intermitentemente.
Según informó el operador AENA, se cancelaron al menos 67 vuelos.
En Girona, 100 km al norte de Barcelona, los manifestantes consiguieron cortar la circulación de trenes de alta velocidad entre Francia y Madrid.
Los próximos días se prevén igualmente agitados: a partir del miércoles están organizadas marchas por toda la región que confluirán el viernes en Barcelona.
Además, sindicatos separatistas convocaron huelga general para el viernes y los estudiantiles desde el miércoles.
"Volveremos"
"No es justicia, es una venganza", denunciaron en un comunicado común los nueve independentistas condenados a penas de cárcel.
"Volveremos, y volveremos más fuertes (...) no tengáis ninguna duda, volveremos y ganaremos", indicó en una carta Junqueras, líder del partido Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), principal acusado en este juicio histórico en ausencia de Carles Puigdemont, expresidente catalán huido en Bélgica.
Contra este último el Tribunal Supremo emitió una nueva orden internacional de detención por sedición y malversación.