George Papadopoulos, exasesor de la campaña de Donald Trump, le dijo en mayo de 2016 al saliente Alto Comisionado de Australia en Reino Unido, Alexander Downer, que Rusia tenía información comprometedora sobre la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
La conversación entre Downer y Papadopoulos fue un factor que impulsó al FBI estadounidense a abrir una investigación de contrainteligencia sobre los presuntos contactos entre Moscú y la campaña de Turmp, según publicó el sábado el diario New York Times.
Dos meses después de la reunión en Londres, los funcionarios australianos entregaron la información a sus contrapartes estadounidenses cuando comenzaron a aparecer los correos electrónicos en internet, según el diario que citó a funcionarios antiguos y actuales de la administración estadounidense.
Además de la información de los australianos, la investigación también fue motivada por información de Inteligencia de otros gobiernos como el holandés y el británico.
Papadopoulos, un abogado de Chicago, se declare culpable el 30 de octubre pasado de mentir a los agentes del FBI sobre los contactos con personas que tenían vínculos con funcionarios rusos.
Así se formularon las primeras acusaciones criminales sobre los presuntos lazos entre la campaña de Trump y Rusia.
La Casa Blanca ha minimizado el papel de Papadopoulos en la campaña, indicando que fue “extremadamente limitada” y que cualquier acción fue hecha por su cuenta.
Sin embargo el diario indica que Papadopoulos contribuyó en fijar una reunión entre el entonces candidato Donald Trump y el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, y editó los puntos principales de la política exterior de Trump.
Según los aliados de Trump, la investigación liderada por el consejero especial Robert Mueller es tendenciosa.
Rusia también ha negado cualquier tipo de interferencia en la campaña electoral estadounidense, mientras que Trump ha dicho que no se ha registrado ningún tipo de colusión entre su campaña y Moscú.