Una reciente investigación muestra que los jóvenes inmigrantes y refugiados tienen menos probabilidades de obtener un trabajo a tiempo completo después graduarse de la universidad, que los jóvenes nacidos en Australia.
El informe titulado Bright Futures financiado por VicHealth, el Grupo Data61 del CSIRO y la Red de Defensa de la Juventud Multicultural, MYAN, por sus siglas en inglés ha encontrado que el 45% de los jóvenes de origen inmigrante o refugiado lograrán obtener un trabajo a tiempo completo, comparado con el 69% de los estudiantes nacidos en Australia.
¿A qué se debe esta irregularidad?
El estudio explica que el desbalance se debe a la discriminación racial contra trabajadores extranjeros, la falta de información y conocimiento sobre el mercado de trabajo australiano y el hecho de que las cualificaciones y experiencia laboral obtenidas en otros países no siempre son reconocidas en Australia.
Es mucho más probable que los jóvenes inmigrantes trabajen a tiempo parcial que a tiempo completo, en comparación con los jóvenes nacidos en Australia, afirma el informe.
Kenny Duke del consejo de administración de MYAN, una de las organizaciones que financió el estudio, dijo a Radio SBS en español que uno de los problemas más graves en la fuerza laboral australiana es la discriminación racial.
“No podemos ignorar que la discriminación en Australia todavía existe.
“Muchos australianos piensan que ellos (los inmigrantes y refugiados) les están robando sus trabajos o que le están quitando las oportunidades a la gente que nació aquí.
“La situación política en este momento tampoco ayuda. Muchas veces los mismos ministros están diciendo estas cosas, provocando muchos problemas en la sociedad”, explicó Kenny Duke.
Pero según la directora ejecutiva de VicHealth, Jerril Rechter, los jóvenes de origen inmigrante y refugiado pueden prosperar en Australia si logran recibir el apoyo adecuado.
La Sra. Rechter dijo que la investigación recomienda diseñar estrategias para eliminar las barreras que impiden la participación laboral de los jóvenes inmigrantes y refugiados. Kenny Duke de MYAN explicó que los jóvenes deberían tener acceso a información laboral pertinente.
“Otro problema que se ha visto es que muchos (jóvenes inmimgrantes y refugiados) tienen conocimiento limitado sobre la cultura laboral australiana, no saben cómo venderse en la entrevista o cómo hablar de sus habilidades”, dijo Duke .
Ella opina que muchas industrias ponen barreras innecesarias.
“Por ejemplo tienen que pasar pruebas de inglés, tienen que demostrar que sus cualificaciones son similares a las que se consiguen en Australia y muchas veces, aunque reciben una educación que les cuesta mucho dinero, aún tienen que seguir sus estudios para poder encontrar trabajo en su profesión,” afirmó.
El informe también reveló que los jóvenes de origen inmigrante y refugiado están siendo profundamente impactados por el aumento en la competitividad laboral y educativa, el crecimiento de la tecnología digital, la globalización y la diversidad cultural.