El escándalo de las trampas con las bolas ha reducido al cricket australiano a un escombro sombrío, y se ha cobrado otra víctima: el entrenador Darren Lehmann ha dimitido un día después de que Steve Smith fuera despedido como capitán.
A principios de la semana, Lehmann había prometido quedarse, pero el viernes, ante su equipo de jugadores destrozados les dijo que renunciaba.
"Hablar con los jugadores, despedirme y contarles la noticia, ha sido lo más difícil que he tenido que hacer", dijo Lehmann.
"No creo haber dormido desde el sábado para ser honesto, sólo un par de horas aquí y allá", explicó.
Las imágenes de Smith derrumbándose emocionalmente en varias ocasiones durante la conferencia de prensa en el aeropuerto de Sydney convencieron a Lehmann de que era el momento adecuado.
"Realmente lo sentí por Steve, ya que lo vi llorar frente a los medios, y todos los jugadores están realmente dolidos", dijo.
Estaba previsto que Lehmann terminara su contrato al final de los Ashes de 2019, pero el escándalo de las trampas le ha obligado a reconsiderarlo. Lehmann leyó una declaración preparada y tomó algunas preguntas, luchando por mantener la compostura.
"Después de ver que Steve y Cameron estaban sufriendo, es justo que haya tomado esta decisión. Hacer esto es lo correcto.” "En última instancia, soy responsable de la cultura del equipo y he estado pensando en mi posición por un tiempo".
"No tenía conocimiento previo del incidente (manipulación de la pelota) y no apruebo lo que sucedió en absoluto. Pero las buenas personas pueden cometer errores".
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