Una investigación del diario The Age, publicado el lunes, revela que 52 personas fueron heridas por disparos en el estado de Victoria, de las cuales 14 murieron el año pasado. Esta cifra duplica a la registrada al año anterior en esta jurisdicción en la que los criminales echan manos de las armas de fuego para zanjar sus deudas por drogas o las rencillas que se generan en el mundo del hampa.
El superintendente de la división contra las pandillas de Victoria, Peter Brigham, dijo la rotativo que rutinariamente las autoridades hallan armas ilegales en las casas de los traficantes de drogas.
Este fin de semana, dos trabajadores de una tienda en Hadfield se resistieron a un ladrón armado, golpeándolo con un bastón de metal y reteniéndolo hasta que llegó la policía. Otros dos delincuentes armados lograron escapar.
Sólo horas después la policía rodeó y luego asaltó la taberna de Westmeadows con informes de que había hombres armados dentro. Se las arreglaron para escapar.
La policía no dice en este momento si esos dos incidentes están relacionados, pero las estadísticas publicadas en The Age muestran un aumento de la cultura de las armas en la ciudad que ha llevado al doble de victorianos muertos a tiros en 2019.
Los análisis realizados por The Age de estadísticas e información relacionada a crímenes con armas de fuego, admisiones a hospitales y alertas a la policía por homicidios con armas de fuego indican que:
41 personas recibieron disparos en las piernas y las caderas en los últimos tres años.
751 delincuentes incluidos en la lista de propietarios de armas de fuego prohibidas fueron encontrados en posesión de armas de fuego en el año hasta septiembre de 2019 . Asimismo, otros 51 fueron acusados de utilizarlas.
70 personas fueron acusadas de robar armas de fuego durante los mismos 12 meses, casi tres veces más que el año anterior.
Casi el doble de personas recibieron disparos en la cabeza durante los últimos tres años en comparación con el período anterior, según los datos obtenidos de la Unidad de Vigilancia de Lesiones en Victoria de la Universidad de Monash.
Durante esos tres años, los hospitales de Victoria trataron a 104 personas por heridas de bala, un 27,5% más.
La mayoría de las víctimas tiene entre 30 y 40 años, pero las investigaciones muchas veces no puede avanzar porque se enfrentan a un férreo “código del silencio”, indicó el rotativo.
Muchas de las armas que usan las bandas de motociclistas es de estilo militar, mientras que los jóvenes prefieren pistolas de alto poder.
Se cree que en el país hay unas 260,000 armas ilegales que han sido retenidas después de la ley de armas y amnistía impuestas por Australia en 1996 tras la matanza de Port Arthur.
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