Miles de australianos salieron a las calles alrededor del país durante el fin de semana en rechazo a la detención de las personas que buscan asilo y a favor del cierre de los centros de detención en la isla Manus y Nauru.
El portavoz de la organización Refugee Action Collective en Melbourne, Chris Breen declaró a S-B-S Radio que la respuesta de la comunidad ha sido fantástica, con la participación de más de 2.000 personas.
"Los centros de detención en la isla Manus y Nauru tienen que cerrar”, dijo el Sr. Breen.
“Hemos visto la publicación de más de 2.000 informes que documentan el abuso perpetrado en Nauru. Estos son documentos escritos por personas que trabajan en el sistema ... guardias… maestros … psicólogos”, agregó.
El Sr. Breen dijo que la mayoría de la población australiana simplemente no cree al ministro de inmigración Peter Dutton cuando acusa a los informes de ser falsos.
“La única solución humanitaria es cerrar los centros de detención de refugiados y traerlos a suelo australiano", declaró Chris Breen.
El representante nacional de la Coalición de Acción de refugiados, Ian Rintoul subrayó que el sentimiento sobre la crisis de los refugiados en Australia es compartido internacionalmente. “Hay conexiones en la actual campaña de refugiados con Nueva York, Estados Unidos , Alemania , Londres , Tokio y Nueva Zelanda, así que creo que el horror de Nauru se ha vuelto más obvio para la comunidad internacional”, declaró.
Los organizadores de las protestas quieren que todos los solicitantes de asilo permanezcan en territorio australiano mientras se tramitan sus solicitudes y que los refugiados reciban protección permanente en Australia.
En la manifestación de Melbourne, la portavoz de Grandmothers Against Detention (Abuelas Contra la Detención) Pam Jonas señaló que ".. .las víctimas más vulnerables son los niños refugiados", y pidió a las autoridades que todos sean liberados.
"... las víctimas más vulnerables son los niños refugiados...", manifestó Pam Jonas portavoz de la organización Abuelas Contra la Detención.
