Una mujer que recientemente regresó a Perth desde Nueva Gales del Sur tendrá que llevar un dispositivo electrónico de rastreo en su tobillo después de ser acusada de violar las restricciones de cuarentena de COVID-19.
La mujer de 33 años se convirtió así en la primera persona que será controlada electrónicamente por contravenir la cuarentena que se impone a las personas que entran a Australia Occidental (WA, siglas en inglés)
Las autoridades le permitieron entrar al estado el 1 de septiembre y se le ordenó que se aislara sola en su casa durante 14 días.
Puntos destacados:
- Una mujer de 33 años se convirtió en la primera persona en ser vigilada electrónicamente tras incumplir con las órdenes de aislamiento en Australia Occidental.
- Las autoridades de Australia Occidental le permitieron entrar al estado el 1 de septiembre desde Nueva Gales del Sur y se le ordenó que se aislara sola en su casa durante 14 días.
- Actualmente, hay cuatro casos activos que estaban siendo monitoreados. El total de infecciones diagnosticadas en el estado desde el comienzo de la pandemia en 659.
Sin embargo, la Policía la acusó de contravenir la orden cuando detectó la presencia de dos hombres en su vivienda cuando acudieron el jueves pasado para una visita de control.
La Policía le impuso a esta mujer una multa de $1,000 y la llevaron a un hotel de cuarentena.
cuando hicieron un control el jueves.
Pero después de considerar las circunstancias en que la mujer violó la orden, el coordinador de emergencia del estado determinó que era necesario vigilar su ubicación durante el período de cuarentena.
En virtud de esta decisión, las autoridades de Australia Occidental le colocaron un dispositivo de vigilancia, que se mantendrá hasta el final de la cuarentena.
El ministerio de Salud de Australia Occidental, WA Health, no reportó ningún caso nuevo de virus el sábado.
El total de infecciones diagnosticadas en el estado desde el comienzo de la pandemia en 659.
Actualmente, hay cuatro casos activos que estaban siendo monitoreados.
Una enfermera de Australia Occidental infectada con COVID-19 mientras trabajaba en el sector de cuidados de ancianos de Victoria dijo que siempre usaba una máscara y no sabe cómo contrajo la enfermedad.
Renee Freeman, 44 años, viajó a Melbourne para ayudar a luchar contra la pandemia, pero desafortunadamente se convirtió en una paciente.
"Siempre usé el equipo de protección personal adecuado durante mi período de prácticas", escribió en un comunicado que circuló por el departamento de salud de WA.
"Nunca habrá una manera de saber de quién o cómo me contagié este virus, pero puedo asegurarles que no se contagió por falta de uso del PPE".
