El jefe de la oficina del Tesoro australiano, Scott Morrison, anunció el lunes una serie de medidas del presupuesto, entre ellas el recorte de 2.200 millones de dólares a las universidades que se logrará principalmente a través de la congelación en los próximos dos años de las subvenciones para la enseñanza y el aprendizaje universitario.
La congelación implica que las universidades limiten la posibilidad de matricular más alumnos porque no recibirán financiación directa del Estado aunque aumente el número de estudiantes.
El 90 por ciento del ahorro de 2.200 millones de dólares se logrará por la congelación de los fondos.
También se espera un ingreso al Tesoro público a través de la reducción del umbral para devolver el dinero de los préstamos estudiantiles, que ahora es de 45.000 dólares anuales, y la implementación de un nuevo límite combinado para recibir préstamos de por vida.
Muchas de las medidas anunciadas en el Panorama Económico y Fiscal de Medio Año, que no requieren pasar por el Parlamento, reemplazarán a la propuesta para recortar 2.800 millones de dólares de los fondos y el aumento de las pensiones que se había intentado implementar en el presupuesto de mayo de 2017.
Este plan fue rechazado por el Senado en donde el Gobierno no tiene mayoría.
La propuesta de rebajar el umbral de 52.000 a 45.000 dólares anuales para la devolución por parte de los graduados de los préstamos deberá ser sometida al Parlamento.
Un poco más sobre las medidas
La financiación del plan de subvenciones del estado para las licenciaturas serán congeladas en 2018 y 2019 en los niveles de 2017, y se incrementará en 2020 según se cumpla con los objetivos de rendimiento fijado para las universidades.
Los graduados que ganen más de 45.000 dólares pagarán un 1 por ciento de sus ingresos para sanear su deuda. El umbral anterior era de 52.000 dólares anuales. La tasa de pago aumentará a 10 por ciento para los que ganen 131.989 o más.
A partir de 2019 muchos de los estudiantes podrán pedir préstamos gubernamentales para sus estudios universitarios y vocacionales de hasta 104.440, a excepción de medicina, veterinaria científica y odontología, en donde el límite de por vida será de 150.000 dólares.
Las reacciones
El portavoz laborista de asuntos del Tesoro, Chris Bowen, acusó al Gobierno de “hipotecar el futuro y atacar una de las fuentes de la prosperidad económica a largo plazo de Australia, la educación superior”.
El congelamiento supone “un recorte real” en los fondos debido a la inflación, incluso si las universidades mantienen el número actual de los estudiantes, y el impacto es peor para aquellas que comienzan a crecer o se encuentran en las zonas regionales, según la presidenta de Universities Australia, Margaret Gardner.
Los australianos que viven en áreas regionales tienen la mitad de las posibilidades que los que habitan en zonas urbanas de obtener un grado académico.
“Los australianos ya pagan una parte significativa de los costes de la educación superior comparado a otras naciones y compartimos las preocupaciones de nuestros estudiantes”, recalcó Gardner al referirse a la propuesta para rebajar el umbral de los préstamos estudiantiles, que debe ser sometido a votación legislativa.
El presidente del conglomerado universitario The Group of Eight, Peter Høj, fijo que el Gobierno ve al sector como la gallina de los huevos de oro en lugar de mejorar las oportunidades profesionales de los jóvenes.
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