El nivel de seguridad en los aeropuertos de Australia fue rebajado de "probable" a "posible" tras desmantelarse un presunto plan para atentar contra un avión de pasajeros, anunció hoy el primer ministro del país, Malcolm Turnbull.
"Fue elevado la semana pasada a 'probable' y ha sido restaurado a su nivel previo", explicó Turnbull en una rueda de prensa en la ciudad de Perth flanqueado por el titular de Justicia, Michael Keenan.
La decisión se adoptó tras el consejo dado por las agencias de seguridad e inteligencia del país al considerar que el supuesto plan fue desbaratado, aunque las autoridades tienen previsto ampliar las medidas de seguridad para prevenir cualquier ataque contra la aviación civil.
"Algunas serán evidentes para los pasajeros y otras no", precisó el mandatario al enfatizar que las medidas "serán modificadas de tal manera que causarán menos retrasos a los pasajeros".
El fin de semana pasada la Policía australiana detuvo a cuatro personas, una de las cuales fue liberada sin que se formularan cargos, tras realizar redadas en cuatro suburbios de Sídney tras recibir días antes información sobre el supuesto plan para atentar.
La Policía cree que los detenidos, quienes se sospecha tienen vínculos con el Estado Islámico, pretendían camuflar una bomba casera dentro de un triturador de carne e introducirla en un vuelo comercial aparentemente de Etihad Airways.
Australia elevó a alta su alerta terrorista en septiembre de 2014 y ha aprobado una serie de leyes antiterroristas para evitar que se cometan atentados en su territorio.
Desde entonces, el país ha sufrido cuatro acciones violentas y los cuerpos de seguridad han desbaratado 13 planes para perpetrar atentados y han detenido 70 personas en 31 intervenciones.
