El jefe de espionaje de Australia afirma que uno de los dos presuntos autores del tiroteo masivo de Bondi del domingo es conocido por la autoridad de inteligencia australiana.
Dieciséis personas murieron y varias resultaron heridas en el incidente, incluidos dos policías.
El comisionado de la Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, afirma que el tiroteo fue un incidente terrorista.
La policía dijo que los dos sospechosos eran un padre de 50 años y su hijo de 24, reportó la AFP.
"El hombre de 50 años falleció. El de 24 años se encuentra actualmente en el hospital", declaró en rueda de prensa el comisario de policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, que precisó que las autoridades no están buscando a ningún otro sospechoso.
La policía desplegó la unidad de rescate de desactivación de bombas tras encontrar un vehículo que se cree contenía varios artefactos explosivos improvisados.
El director de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad, Mike Burgess, afirmó que la agencia y la policía conocen a uno de los presuntos responsables.
"Es demasiado pronto para dar más detalles, salvo decir, al igual que la Policía de Nueva Gales del Sur, que conocíamos a uno de estos individuos, pero no representaba una amenaza inmediata, por lo que necesitamos saber qué ocurrió".
El Sr. Burgess afirma que el nivel de amenaza terrorista de Australia sigue siendo probable, pero no hay pruebas inmediatas de que se produzcan ataques relacionados en el futuro próximo.
El primer ministro Anthony Albanese describió el ataque como un acto atroz contra la vida australiana.
"Este es un ataque dirigido contra judíos australianos en el primer día de Janucá, que debería ser un día de alegría, una celebración de la fe. Un acto de antisemitismo maligno y terrorismo que ha golpeado el corazón de nuestra nación. Un ataque contra judíos australianos es un ataque contra todos los australianos", declaró.
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