por Liliana SAMUEL
Argentina recibirá a fines de noviembre a los principales líderes mundiales en una cumbre del G-20, pero sus habitantes, fanáticos del fútbol, están más pendientes de la histórica definición de la Copa Libertadores que una semana antes disputarán los archirrivales Boca y River.
"Como a todos los argentinos, a mí me interesa el partido, no soy hincha de ninguno de ellos. Soy de Independiente pero quiero que gane Boca, por mis hijos que son de esos colores. El G-20, qué sé yo!", dice Rosa Zárate, una comerciante de 54 años que vende todo tipo de camisetas en un pequeño local del centro de Buenos Aires.
Pero la inminencia del 'partido del siglo', como lo bautizaron los medios, no mejora las ventas, se lamenta Rosa en su local vacío, que exhibe camisetas y banderas auriazules de Boca y rojiblancas de River, sobre una calle peatonal habitualmente llena de turistas.
Como comerciante, lo que más le preocupa del G-20 es que las autoridades declararon feriado el viernes y que no habrá gente en el centro de Buenos Aires. "Perderse dos días de trabajo, en medio de esta crisis económica, es demasiado", se lamenta.
Argentina atraviesa una crisis económica que le llevó a pedir un auxilio al Fondo Monetario Internacional por unos 56.000 millones de dólares.
- Por la séptima o por la cuarta -

Source: Getty Images
Quien gane levantará la codiciada Copa Libertadores que por primera vez se define entre dos equipos argentinos, protagonistas del célebre clásico. Para Boca sería la séptima y la posibilidad de igualar al también argentino Independiente como máximo ganador del cetro continental, y para River la cuarta.
"Las consecuencias del G-20 ya las conocemos, el futuro de todos... del clásico no", afirma con pasión Martina Saporiti, una profesora de francés de 60 años, fanática de River que espera ansiosa el sábado.
Vendendora de souvenires de Buenos Aires, Fabiola Maraneda, de 42 años, se dice apasionada por la política y la historia y por lo tanto interesada en el G-20. Pero como hincha 'millonaria' espera ansiosa el sábado, pero "por cábala no quiero expresar mis sentimientos aunque ya pensé dónde estar si ganamos, para festejar", confiesa.
- Fe y pasiones -
Desde que Boca se clasificó a la final el 1 de noviembre al superar al brasileño Palmeiras, cada vez que brinda Gustavo D'Atolo lo hace "por la séptima" (Libertadores). "..Y si es frente al archirrival mucho mejor. Le tengo fe a Boca", dice confiado.
Hincha de River declarado, José Cao atiende un kiosco de diarios y revistas en la zona bancaria de Buenos Aires. "Con el G-20 está todo perdido. Así que prefiero pensar en el partido. Quiero que gane River, pero no tanto por ser hincha sino porque quiero ganarle a él", dice en referencia al mandatario argentino, Mauricio Macri, fanático xeneize y expresidente del club auriazul que lo catapultó a la política.

(Getty Images) Source: Getty Images
Otro hincha 'millonario' que no se pierde un solo partido de local, Alan Goldstejn, empleado de 31 años, sostiene que "una cosa es la pasión y otra el futuro ya no solo del sistema sino de la humanidad. Si seguimos así ya no habrá ni fútbol", advierte.
Daniel Crosta, hincha de Boca de 64 años, sostiene que el G-20 "no cambia nada" de su vida mientras que el superclásico "es apasionante".
"Me operé el corazón hace diez meses y me pongo muy nervioso. Últimamente andamos torcidos con River, es un partido bravo pero a Boca no hay que darlo nunca por muerto", dice este hombre que solo verá el superclásico si Boca sale campeón y no en directo, para sobrevivir.
ls/nn/ol
© Agence France-Presse
Escúchanos en Radio SBS Spanish 24/7
Puedes escucharnos por Radio Digital, a través de nuestro servicio de streaming en vivo aquí en nuestra página web o mediante nuestra app para celulares.
Descarga la aplicación gratuita aquí:



Share


