La transcripción de la conversación, publicada por el diario The Washington Post este viernes, ofreció nuevos detalles de la llamada telefónica realizada a pocos días de iniciado el mandato de Donald Trump.
En la charla que los dos mandatarios mantuvieron hace seis meses, ambos abordaron un acuerdo firmado por Australia con la administración de Barack Obama, sobre la acogida en Estados Unidos de solicitantes de asilo que Australia mantiene en centros de detención en el Pacífico.
El presidente estadounidense mostró su descontento con el acuerdo que calificó de "estúpido", “desagradable” y “horrible”.
La transcripción también reveló contradicciones con las declaraciones que el Gobierno australiano hizo en su momento sobre dicho acuerdo, en concreto cuando afirmó que el pacto no implicaba acoger a refugiados procedentes de Estados Unidos a cambio.
"Acogeremos a quienes quieran", le dijo Turnbull a Trump. "Las únicas personas a las que no aceptamos son las que llegan por barco. Preferimos acoger a un tipo poco atractivo para ayudarles antes que recibir a un premio Nobel de la Paz que llegue por barco", aseguró.
Australia aplica una política muy restrictiva hacia los migrantes, denunciada por los defensores de los derechos humanos, pero que, según el Gobierno, permite salvar vidas.
Turnbull se refirió este viernes a una conversación "franca y educada" con Trump y defendió su contenido con las siguientes palabras: "en ese ámbito, nuestra relación con Estados Unidos es una relación de asistencia mutua. Así que ayudamos a los estadounidenses y ellos nos ayudan".
Turnbull dijo que esa fue una discusión franca y que las relaciones bilaterales siguen siendo fuertes.
“Ambos somos adultos y hemos tenido, y yo defiendo los intereses de Australia, él defiende los intereses de Estados Unidos. Tenemos una relación cálida. Usted ha visto eso con nuestra reunión en Nueva York. Usted ha visto eso con nuestras reuniones en Hamburgo en el G20. Así que tenemos una buena relación entre el Presidente y yo. Pero sobre todo, la relación entre Australia y los Estados Unidos es muy profunda, muy duradera”, agregó el mandatario.
Turnbull también trató de restarle importancia a la propuesta que le hizo a Trump de acoger a un número reducido de personas, a pesar de que el acuerdo preveía la llegada de cientos de refugiados a Estados Unidos.
"No están obligados a acoger a quienes no deseen", le dijo al presidente estadounidense, en la conversación filtrada por el Washington Post.
"Asombroso número" de filtraciones
Por su parte, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, condenó el "asombroso número" de filtraciones de información confidencial a la prensa, incluyendo también la transcripción de una conversación del presidente Donald Trump con su homólogo mexicano Enrique Peña Nieto.
"Para decirlo directamente: estas filtraciones lastiman al país", dijo Sessions, quien informó que el departamento de Justicia, que también dirige, presentó cargos contra cuatro personas por divulgación de informaciones confidenciales.
En tanto, el director nacional de Inteligencia, Dan Coats, envió un alerta claro:
"Si divulgas información clasificada, te encontraremos, te investigaremos y te procesaremos con todo el peso de la ley. No estarás contento con el resultado".
La divulgación de información confidencial y reservada es "un acto criminal", insistió.
Siguiendo orientaciones de Trump, Sessions impulsó en el departamento de Justicia la creación de un equipo especial de investigaciones sobre filtración de información.
Sin embargo, el miércoles la divulgación de las transcripciones de las conversaciones reservadas de Trump con Peña Nieto y Turnbull volvieron a dejar al descubierto que el problema parece lejos de una solución.
