El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, se defendió de las críticas del exprimer ministro laborista Paul Keating que apuntan a que éste no hizo lo suficiente para que Australia se convierta en república.
Keating remarcó en una entrevista al diario The Australian que “una serie de primeros ministros han roto el corazón de la nación por el asunto de la república”.
“Quiero decir, es patético. Ningún estado grande ha tenido al monarca de otro país como su jefe de Estado. Australia es un país menguado, menguado por su propia mano al mantener a la monarquía y al apoyarse en la soberanía del Reino Unido”, recalcó Keating.
Turnbull, quien lideró el Movimiento Republicano durante el referendo de 1999, se declaró en julio pasado como un republicano australiano y un seguidor de la reina Isabel II tras reunirse con ella en el Palacio de Buckingham.
Turnbull también ha prometido que no revivirá la campaña por la república durante el reinado de Isabel II.
Para Keating se trata de un “acto camaleónico” por parte de Turnbull. También arremetió contra el primer ministro por ser partidario de una campaña en las calles a favor de la república una vez que se acabe el reinado de Isabel II porque considera que sin el liderazgo de la cabeza de Gobierno y el partido oficialista, la idea de la república australiana fracasaría.
"Tiene poca o ninguna ambición política y una imaginación conmensurablemente pequeña, sin un sistema de creencias predominantes", dijo.
Turnbull consideró que el ataque de Keating es “poco coherente”.
“No se lo que motivó a Paul a salir a mecer a todos. Parece que critica a todo primer ministro o exprimer ministro que no sea él mismo”, replicó Turnbull en declaraciones a reporteros en Sídney.
Desde que Australia se convirtió en un Estado federado, solo 8 de las 44 propuestas para un cambio constitucional ha sido apoyado por los electores.
Australia sometió en 1999 a un referendo la propuesta para que Australia se convierta en república, pero ésta fracasó.
