El sacerdote de origen indígena Marcelo Pérez, defensor de los derechos humanos que denunció la violencia criminal en México, fue asesinado a balazos el pasado domingo 20 de octubre en el estado de Chiapas, sur de México, un crimen que Naciones Unidas desde ya pide sea investigado de manera "exhaustiva".
Los gobiernos estatal y federal, la Iglesia católica y organizaciones de derechos humanos se han manifestado para rechazar el asesinato del religioso, que había recibido amenazas por su activismo.
Tras celebrar una misa y cuando se dirigía a su parroquia en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, "dos sujetos a bordo de una motocicleta dispararon contra su vehículo", dentro del cual quedó "el cuerpo sin vida del sacerdote", informó la fiscalía local en un comunicado.

Personas se reúnen alrededor de un altar donde el sacerdote católico Marcelo Pérez murió en un ataque armado tras asistir a misa en una iglesia en San Cristóbal de las Casas, estado de Chiapas, México, el domingo 20 de octubre de 2024. Source: AP / Isabel Mateos/AP
El de Pérez es uno de los crímenes de mayor impacto registrados en los 20 días de presidencia de la izquierdista Claudia Sheinbaum.
"Se están haciendo las investigaciones (...) se está en contacto también con las autoridades eclesiales", dijo Sheinbaum a preguntas periodistas tras un evento en Progreso, estado de Yucatán, sureste del país.
El gobierno de Chiapas, de donde era oriundo el sacerdote de 51 años, y la fiscalía estatal también han abierto una indagatoria.
Una multitud de pobladores acompaño el féretro hasta la iglesia de Guadalupe, donde estaba asignado Pérez y en la que destacaban numerosas banderas blancas con la palabra "paz".
Sobresalían también imágenes del sacerdote, quien en su vida cotidana solía portar una boina y vestir camisas con imágenes religiosas sobre las cuales colgaban vistosas cruces.
Según DDHH-ONU, el religioso originario de la etnia maya tzotzil recibió amenazas por su reconocido activismo y contaba con medidas de protección cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Personas se reúnen alrededor de un altar donde el sacerdote católico Marcelo Pérez fue asesinado en un ataque armado tras asistir a misa en una iglesia en San Cristóbal de las Casas, estado de Chiapas, México, el domingo 20 de octubre de 2024. Source: AP / Isabel Mateos/AP
"Este acto de violencia (...) no solo priva a la comunidad de un pastor dedicado, sino que también silencia una voz profética que incansablemente luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas", expresó la Conferencia de Episcopado Mexicano.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, condenó el crimen en la red social X. "Nuestra solidaridad con la comunidad católica y el compromiso del gobierno (federal) que no habrá impunidad", escribió.
El Centro Miguel Agustín Pro Juárez, uno de los más activos defensores de los derechos humanos del país, también denunció que Pérez recibió "amenazas e intentos de criminalización" por su continua denuncia de la violencia.
La Compañía de Jesús, que también ha sufrido la pérdida de sacerdotes en medio de la violencia criminal, exigió que los crímenes contra religiosos no sean "minimizados como casos aislados".
*Con información de la agencia de noticias AFP