Ayer a las 12:50 de la madrugada Australia alcanzó por primera vez los 24 millones de habitantes, según el reloj de población de la Oficina Australiana de Estadísticas, que hace sus cálculos basándose en las muertes, los nacimientos y el número de inmigrantes.
La cifra llega 17 años antes de lo esperado.
No se ha confirmado oficialmente, pero se dice que el australiano culpable de que la alcanzáramos es un recién nacido llamado Xavier hijo de una persona que vino por trabajo.
Los expertos aseguran que un incremento de la natalidad y de la esperanza de vida ha contribuido al rápido aumento, pero también afirman que se debe a la llegada de inmigrantes que en los últimos años proceden especialmente de India, China y Nueva Zelanda.
Con todo Australia crece a un ritmo de una persona cada minuto y medio.
La Oficina de Estadísticas dice que no está claro si este crecimiento se debe a los nacimientos o a la llegada de inmigrantes, pero predice que alcanzaremos los 25 millones de habitantes en 2018 y que en 66 años habremos doblado la población.
Los expertos dicen que es necesario empezar a planificar la gestión de este crecimiento, pensando en lugares de trabajo, viviendas, distribución y un largo etcétera.
Sobre esto Anna Sagristà ha entrevistado a la historiadora comunitaria y antropóloga Rafaela López. Lo primero que le ha preguntado es si el crecimiento de Australia es demasiado rápido o es necesario para la sostenibilidad de la economía.