En Radio SBS conversamos con el Dr. Leonel Alvarado, de la Escuela de Humanidades de la Universidad Massey de Nueva Zelanda, para intentar comparar las relaciones que en los últimos 200 años han seguido los nativos de Australia y Nueva Zelanda, con los respectivos gobiernos. Escucha el podcast.
La historia de Australia ha estado unida a la de Nueva Zelanda, durante los últimos 200 años, después de que los británicos llegaran a estas tierras y las convirtieran en colonias.
Sin embargo, aunque no ha sido un camino fácil, y durante el proceso las comunidades fueron reducidas no sólo en batallas, sino por enfermedades traídas por los europeos, los maoríes han logrado, desde el principio, niveles de representatividad poco comunes entre las comunidades conquistadas.
En 1840, lograron firmar el tratado Waitangi con la corona británica, después de perder la guerra. Posteriormente, en 2008 firmaron un tratado de compensación por las injusticias generadas por dicho tratado relacionadas con el uso y derecho de la tierra. También tienen representación política en el Parlamento.
Entre tanto, las comunidades aborígenes australianas acaban de conmemorar 50 años de un referendo que permitió que Australia los reconociera en el censo de población y 25 años de la Decisión Mabo, que por primera vez les reconocía su derecho sobre el territorio. Su próxima batalla, sería lograr un reconocimiento en la Constitución como los pobladores originales de Australia desde hace al menos 50 mil años.
Este fin de semana pasado, 250 delegados aborígenes llegaron a Uluru para lograr un acuerdo sobre la forma en que querían ser reconocidos en la Constitución.
Sin embargo, después de varios días de deliberaciones en la que ha sido la reunión más importante de los últimos 10 años, los delegados expresaron en su declaración final que en vez de un reconocimiento simbólico en la Constitución, lo que necesitan es un cuerpo consagrado en la Carta Magna del país que los represente en el Parlamento Federal, que se establezca un proceso que conduzca a un tratado y que se cree una comisión que busque verdad y justicia.