Por segundo día consecutivo, el Cardenal George Pell, el más alto representante australiano de la iglesia católica, ha dado su testimonio ante la Comisión Nacional de Investigación sobre la respuesta de las instituciones australianas ante casos de abusos sexuales a menores.
Vía videoconferencia, Pell, que ahora es el responsable de las finanzas del Vaticano, ha continuado respondiendo sobre lo que sabía de casos de pederastia perpetrados por religiosos en el estado de Victoria durante la década de los 70.
El interrogatorio se ha centrado en esclarecer si estaba al corriente de los abusos sexuales a niños cometidos por el sacerdote Gerard Ridsdale en la diócesis de Ballarat. Este religioso es culpable de más de 100 delitos de pederastia.
Pell asegura que descocía estos abusos aunque sí admite haber escuchado rumores, pero afirma que nunca se interesó mucho por ellos.