La Oficina de Estadísticas de Australia ha decidido que el Censo 2016 dejará de ser anónimo. Ahora todos los encuestados tendrán que ingresar sus nombres y direcciones en el formulario, obligatoriamente.
El cambio ha generado inquietud por parte de grupos que abogan por la protección de la privacidad debido a que consideran que la decisión podría tener un grave impacto.
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