Un nuevo refugio para exclusivo para mujeres mayores de 50 años que no tienen donde pasar la noche, debido a situaciones extremas y precarias, ha comenzado a operar en la ciudad de Melbourne.
Esto, que inicialmente suena muy positivo y esperanzador, es lamentablemente el reflejo de la grave situación de decenas de mujeres que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y abandono cada noche en esta ciudad.
El nuevo albergue proporcionará un refugio seguro y acceso a servicios de emergencia para el creciente número de mujeres australianas mayores que terminan sin hogar.
Una de estas mujeres es Vanessa, quien tenía 60 años cuando se encontró sin hogar. Después de su ruptura matrimonial, viajó al extranjero para ayudar a cuidar a un familiar enfermo… y cuando regresó, no pudo volver a encontrar trabajo en Australia.
“Regresé pensando que conseguiría un trabajo, todavía soy joven, estoy en buena forma”, dice Vanessa a SBS News, quien relata que no le fue posible encontrar trabajo y tuvo que vivir del dinero que conseguía haciendo trabajos para sus amigos y dormir en diferentes lugares, la mayoría en casas de sus amigos.
“Eso es todo lo que podía hacer”, explica Vanessa, quien un día se encontró en la calle, demasiado avergonzada para acudir a un amigo o un familiar, para contarles su situación.
“Créame a los 60 una no quiere estar en la calle, no quiere vivir frente a las casas de otra gente, no quiere vivir ese tipo de vida”, dice con tristeza Vanessa, recordando esos días.
Eso es de lo más triste por lo que alguien tiene pasar.
Vanessa comenta a SBS News que, aunque tiene familia, sus hijos están casados y también tienen problemas económicos para sostener a sus familias. “Me daba vergüenza, me avergonzaba decirles que esto estaba pasando… pensé que era mi problema, y yo misma tenía que solucionarlo”.
Desafortunadamente esta no es una historia inusual y ocurre con mucha más frecuencia de lo que se podría imaginar al hablar de un país como Australia.
Vanessa es sólo una en el número de mujeres mayores de 50 años que hoy por hoy constituyen el 6 por ciento de la población indigente en este país.
Por esta razón y en lo que se constituye en el primero de su tipo, Gardenhouse es un nuevo refugio abierto en Melbourne que alojará a mujeres mayores de 50 años de manera temporal.

En la noche del censo de 2016, se estimó que más de 116.000 personas no tenían hogar en Australia Source: AFP(Photo by WILLIAM WEST/AFP via Getty Images)
La presidenta de Housing All Australians, Louise Rutten, cuya organización fue uno de los grupos detrás de la instalación del refugio, asegura que muchas mujeres pueden pasar hasta 18 meses sin hogar o haciendo lo que se conoce como ´couch surfing´ (dormir de sofá en sofá), antes de decidirse a pedir ayuda.
“Queremos proporcionar ese espacio, y ciertamente desde mi perspectiva, la clave es que puedan tomar un respiro, dejar de estar en modo supervivencia y entrar en un hogar como este que, realmente se siente como un hogar, donde puedes sentir amor y comodidad, tomar un respiro y tomar el tiempo que necesitas para poder volver al mundo”, dice Rutten.
La casa, anteriormente vacía, en los suburbios del este de Melbourne, ha sido restaurada y podrá albergar hasta seis mujeres a la vez, de manera temporal, con dormitorios separados y cocina compartida. Tomó casi 12 meses terminar la mayor parte del trabajo y los suministros donados.
El proyecto es una colaboración entre varios grupos de ayuda, que han visto la creciente necesidad de viviendas más asequibles, especialmente para las mujeres que escapan de la violencia familiar.

Social disadvantage in NSW will surge if left unchecked, a new study says. Source: AAP
Charlotte Dillon, gerente general de viviendas comunitarias de Ye-W-C-A, dice que el alojamiento de emergencia no solo brindará a las mujeres un refugio seguro, sino que después podrán ser vinculadas a otros servicios para ayudarles a reconstruir sus vidas.
“Proporcionará una base estable y, a partir de aquí, una vez que las mujeres puedan recuperarse, pueden comenzar a reconstruir sus vidas para que luego puedan volver a ingresar a la fuerza laboral, realizar más capacitación, más educación, volver a conectarse con la familia y amigos y luego poder pasar a algo más independiente y a largo plazo”, asegura Dillon.
Lousie Rutten por su parte, dice que la necesidad de esta clase de alojamiento es un reflejo de una crisis más amplia en torno a la necesidad de vivienda asequible.
“Este será un problema intergeneracional con el que tendremos que lidiar si no comenzamos a tener conversaciones activas al respecto y cambiar nuestro comportamiento y esperar y pedir ayuda no solo a través del gobierno que, como sabemos tenemos que esperar un tiempo increíblemente largo, por lo cual nuestra estrategia siempre ha sido hacer esto con alianzas corporativas y poder traer al sector privado a la fiesta, lo cual nos permitirá entregar este tipo de recursos aquí y ahora y sin tener que esperar al gobierno”. Expresa Louise Rutten.
Hoy, a sus 67 años, Vanessa ha podido reconstruir su vida y se ha dedicado a ayudar a otras mujeres que afrontan la misma situación en la que ella se encontró 7 años atrás.
Ella dice que, aunque es muy común que las personas sientan vergüenza por tener que vivir en la calle, siempre hay servicios disponibles para ayudar y ella es un testimonio de que se puede cambiar de vida.
Espero que la gente pueda ver cosas como esta y decir, mira a esa mujer, si ella lo ha hecho, yo también puedo hacerlo.
En la noche del censo de 2016, se estimó que más de 116.000 personas no tenían hogar en Australia: el 58% eran hombres, el 21% tenían entre 25 y 34 años y el 20% se identificaron como aborígenes y australianos de las islas del Estrecho de Torres.