"Ahora, estamos en riesgo de ser inundados por musulmanes, que tienen una cultura e ideología que es incompatible con la nuestra", decía Hanson, quien advertía los riesgos de esta "inundación".
"El Islam no puede tener presencia significativa en Australia si queremos vivir en una sociedad abierta, secular, y cohesiva. Nunca antes en la historia de Australia hemos visto disturbios civiles y el terror asociado con una supuesta religión o por parte de los seguidores de esa fe. Hemos visto la destrucción que está causando en todo el mundo. Si no hacemos cambios ahora, no habrá ninguna esperanza en el futuro. No tenga ninguna duda de que vamos a vivir bajo la ley islámica y vivir como ciudadanos de segunda clase con derechos de segunda clase si seguimos en esa dirección con la actitud " va a estar bien, compañero", decía Hanson.
Y con ese fin, propuso una serie de requisitos radicales, que incluyen la prohibicion del burka, la construcción de más mezquitas y colegios islámicos y eliminar la obligación de que los comerciantes tengan que pagar por la certificación Halal.
Su discurso ha sido cuestionado desde varios frentes, empezando por el partido Verde que se retiró del recinto del Senado mientras ella hablaba, en actitud de rechazo.
El senador independiente Nick Xenophon dijo a Sky News que a pesar de que la senadora Hanson asegura que quiere lo mejor para el país y para los australianos, sus ideas no representan lo que Australia es.
"Tengo que decir que quiero trabajar con todos mis colegas en el Senado, pero me encogió el corazón cuando oí lo que decía. Clasificar partes de nuestra comunidad, en particular a los australianos islámicos, o los musulmanes australianos, básicamente vilipendiarlos de esa manera, era simplemente desgarrador. Esto no es Australia. Somos un país abierto, inclusivo y Pauline Hanson está equivocada", decía Xenophon.
El vocero del Consejo Islámico de Queesland, Ali Kadri, dijo que ella "va a convertir al racismo y la discriminación en algo generalizado".
Incluso comparó la retórica de Hanson con la de Al Qaeda, que predica una ideología de odio.
