Priya Nadaraja, Nades Murugappan y sus hijas Kopika y Tharnicaa viven en Biloela, en la región de Queensland, desde junio, después de que el nuevo gobierno laborista les concediera visados puente.
La familia pasó previamente cuatro años en detención de inmigrantes después de que el visado de Priya expirara en 2018 y las solicitudes de estatus de refugiado tanto de ella como de su marido fueran rechazadas por la Coalición.
El ministro de Inmigración, Andrew Giles, dijo que la decisión se tomó tras un "cuidadoso examen" de las "complejas y específicas circunstancias" de la familia.
Sin embargo, la ministra del Interior en la oposición, Karen Andrews, dijo que la decisión de conceder a la familia un visado permanente socavaba las políticas de inmigración de los anteriores gobiernos de coalición y socava la política de que si vienes aquí ilegalmente nunca te establecerás en Australia.
Recordemos que la familia fue llevada a la detención de inmigrantes en 2018 después de que el visado puente de Priya expirara.
El gobierno de coalición determinó que no cumplían los requisitos para ser refugiados en Australia y los mantuvo detenidos en Melbourne y en la Isla de Navidad, y en detención comunitaria en Perth.
La familia tamil Murugappan, sin embargo, son la excepción a la regla. Cientos de refugiados y buscadores de asilo se encuentran actualmente en detención migratoria y llevan años esperando respuesta.
Entrevistados: Jorge Aroche, director de STTARTS es el Servicio de Asistencia y Rehabilitación para Supervivientes de la Tortura y el Trauma en Nueva Gales de Sur; y Angel Calderon, asesor principal de planeación de la Universidad RMIT en Melbourne.
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